La ley para despenalizar la eutanasia, que había sido inicialmente aprobada por el Parlamento de Portugal el 29 de enero y después rechazada.

Esto, por el Tribunal Constitucional (TC) por usar “conceptos imprecisos”, se elevó hoy de nuevo a la Cámara con varias correcciones y salió adelante por mayoría.

La norma que se aprobó a finales de enero despenalizaba la eutanasia para casos de mayores de edad, sin enfermedades mentales.

“En situaciones de sufrimiento insoportable, con lesión definitiva de gravedad extrema, de acuerdo con el consenso científico, o enfermedad incurable y fatal”.

Fue remitida al TC de forma preventiva por el presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa.

Se advirtió entonces de algunas imprecisiones a la hora de definir en qué situaciones se podría solicitar la muerte asistida.

Se agregó además que esta debe ser legislada con normas “claras, precisas, anticipables y controlables”.

Eutanasia en Portugal

La expresión de la ley “lesión definitiva de gravedad extrema” no permitía delimitar con rigor en qué situaciones se podía solicitar la eutanasia.

Los diputados introdujeron en la ley un nuevo artículo dedicado a definir algunos términos.

Ejemplo de esto son de muerte médicamente asistida, enfermedad grave incurable o lesión definitiva de gravedad extrema.

La nueva norma fue aprobada con los votos a favor de gran parte de los diputados del Partido Socialista (7 votaron en contra).

Se sumó además el Bloque Izquierda, el animalista PAN, Los Verdes (PEV) e Iniciativa Liberal.

Salvo 13 diputados que votaron a favor, el principal partido de la oposición, el PSD (centroderecha), votó en contra.

Esto, al igual que los democristianos del CDS o los diputados de la extremaderecha de Chega.

También se rechazó por la bancada del Partido Comunista (PCP).

El texto va ahora de nuevo al presidente, que tendrá que decidir si lo promulga, lo envía de nuevo al Constitucional o directamente lo veta.