La primera ministra británica, Theresa May, aceptó este jueves el plan de la Unión Europea (UE) para dar una nueva oportunidad al acuerdo de divorcio y evitar el temido Brexit abrupto, que posterga la fecha fatídica de la separación al 12 de abril.

“Me reuní en varias ocasiones esta noche con la primera ministra británica para asegurarme que Reino Unido aceptaba las opciones de prórroga. Me complace confirmarles que lo acordamos”, dijo en rueda de prensa el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al filo de la medianoche.

Las discusiones sobre el Brexit comenzaron con la defensa de una “evasiva” Theresa May, según una fuente diplomática, de su propuesta de postergar la fecha del divorcio al 30 de junio, a la que sus 27 homólogos europeos respondieron con un plan en dos tiempos vinculado a la Cámara de los Comunes.

Si los diputados británicos, que ya rechazaron en dos ocasiones el acuerdo de divorcio, lo aprueban finalmente la próxima semana, los europeos están dispuestos a otorgarle a la ‘Premier’ británica una prórroga hasta el 22 de mayo, que buscaría cerrar los flecos del proceso de divorcio.

Pero en caso contrario, el aplazamiento iría hasta el 12 de abril, a la espera de que Reino Unido “indique el camino a seguir antes de esa fecha”, precisan en una declaración los 27 mandatarios, en una referencia velada a la organización por el gobierno británico de elecciones europeas.

Al término de la reunión, May, obstinada en concluir el proceso de salida adoptado, apremió a los diputados británicos a reaccionar. “Ha llegado el momento de tomar una decisión, si aprobamos el acuerdo esta semana podremos irnos el 22 de mayo”.

“El 29 de marzo está muerto”

Los europeos consiguen mantener la presión sobre el palacio de Westminster, ya que, en palabras del presidente francés, Emmanuel Macron, uno de los mandatarios más exigentes con Londres, “la respuesta está ahora del lado de los británicos y […] ese es el gran logro de este día”.

“La UE ha hecho un esfuerzo adicional […] pero ahora tiene que ser el Parlamento británico el que nos diga qué es lo que quiere”, aseguró por su parte el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al término de una reunión “muy intensa” con sus pares, complicada por momentos.

Preocupados porque May, durante la hora y media de discusión, “no aclaró qué pasaría si la votación [en la Cámara de los Comunes] fracasa”, según explicó a la AFP una fuente diplomática, sus 27 socios empezaron a discutir sin ella sobre las opciones y acabaron reformando el acuerdo inicial.

Los líderes mantuvieron su límite del 22 de mayo, pero retiraron del borrador inicial su ultimátum de que “no [era] posible la concesión de ninguna prórroga que supere dicha fecha”,
“habida cuenta de que Reino Unido no tiene la intención de elecciones al Parlamento Europeo”.

Si el Parlamento británico rechaza de nuevo el acuerdo, los 27 decidieron, en cambio, permitir a Londres reflexionar varias semanas más sobre su participación en los comicios europeos, hasta el 12 de abril, la “última” fecha para convocarlos, según una fuente del gobierno español.

“El 29 de marzo está muerto. El 12 de abril es el nuevo 29 de marzo”, indicó a la AFP un responsable europeo. La intensidad de los debates obligaron a posponer a la jornada del viernes el debate sobre su relación con China, previsto inicialmente durante la cena de trabajo.