Un caso de femicidio ha conmocionado a España, luego que esta semana se encontrara el cuerpo de la profesora Laura Luelmo de 26 años, crimen por el cual está detenido un vecino de la joven, quien la habría engañado para abusar de ella.

Luelmo se había mudado hace algunos días al municipio de El Campillo en la región de Andalucía, al sur de España, zona donde fue hallado su cadáver cerca de un terreno abandonado, con heridas y semidesnudo.

El autor confeso del crimen es Bernardo Montoya, quien fue detenido el martes, por la Guardia Civil de España y que a las horas de ser arrestado reconoció el crimen, aunque afirmó que no pudo violarla.

Montoya confesó que se encontró con Luelmo el miércoles de la semana pasada, cuando la joven le consultó dónde había un supermercado cerca del sector donde vivían. Él le dio una dirección errónea con el propósito de llevarla a un callejón sin salida, que habría aprovechado para agredir a la víctima.

“La engañé porque la mandé a un callejón sin salida donde no había supermercado ni nada. En cuanto se alejó un poco yo corrí a por mi coche (automóvil). Me monté y dando un rodeo llegué primero al callejón. Allí esperé a que llegara. Cuando la chica apareció en el callejón sin salida, se quedó como sorprendida y me preguntó: ‘¿Qué haces aquí?’ Y mirando hacia los lados dijo: ‘¿Y dónde está el supermercado?"”, señala la confesión publicada por el diario español ABC.

“Entonces sin decir palabra, la agarré y golpeé con violencia su cabeza contra el maletero de mi coche. Quedó inconsciente en el suelo. Tenía una cuerda en el vehículo y aproveché un trozo para atarle las manos a la espalda. La metí en el maletero del coche y la envolví en una manta con el propósito de agredirla sexualmente después. Conduje hasta el lugar donde la encontraron”, agregó.

En su confesión, Montoya asegura que no pudo violar a Luelmo pese a que lo intentó y que cuando dejó el cuerpo en un terreno abandonado, la joven seguía con vida.

“La desnudé de cintura para abajo y traté de violarla, pero a pesar de que ella estaba inconsciente no lo conseguí. Lo intenté pero nada.
Juro que al final no la agredí sexualmente (…) Luego me asusté. La saqué del coche y la trasladé como pude hasta la zona de las jaras. Y me fui corriendo, pero juro que cuando yo la dejé allí, ella todavía estaba viva”, sostiene.

El testimonio de Montoya se contradice con la autopsia realizada al cuerpo de la víctima, la cual constata que hubo agresión sexual en contra de la profesora, publicó este miércoles diario El País de España.

Montoya llevaba dos meses libre antes del crimen de Luelmo, pues cumplió una condena de dos años y un mes por el delito de robo con violencia, además en su expediente también registraba otra condena de 17 años de cárcel por el homicidio de una anciana que consumó entre 1995 y 2012.

EL caso ha causado gran impacto en España, un país que registra de momento 96 femicidios en lo que va de 2018, por lo que se han iniciado campañas en redes sociales bajo el hashtag #TodassomosLaura y manifestaciones en las calles pidiendo justicia para la joven profesora.