El presidente chino, Xi Jinping, declaró este martes que “nadie puede dictar” su conducta a China, durante la celebración del 40º aniversario de la apertura económica del país.

“Nadie puede dictar al pueblo chino lo que debe o no debe hacer”, declaró Xi durante un discurso de casi hora y media dedicado a los espectaculares avances económicos y sociales de China desde las reformas iniciadas en 1978.

Esta declaración del presidente más poderoso del país desde Mao Zedong (1949-1976) se produce en un momento en que Pekín está sometido a una dura presión de Estados Unidos para que realice “cambios estructurales” en su economía.

Las dos primeras potencias económicas del planeta están sumidas en un virulento diferendo comercial desde hace meses, con la aplicación mutua de aranceles.

Xi destacó que China continuará por el camino del aperturismo y el desarrollo, pero siguiendo su propio tempo. “Cambiaremos decididamente aquello que puede ser reformado y no cambiaremos, decididamente, lo que no pueda serlo”.

Aunque la apertura y las reformas siguen siendo claves, deben permitir el mantenimiento de la “estabilidad” del país y permitir que China aumente en calidad, innovar y responder a los desafíos contemporáneos, como la lucha contra la contaminación, explicó el mandatario.

“En un país como China, con 5.000 años de historia y una población de más de 1.400 millones de personas, ningún manual puede considerarse como una regla de oro y tampoco hay un maestro que pueda dar órdenes al pueblo”, dijo.