El presidente estadounidense, Donald Trump, dio un discurso a la nación este miércoles centrado exclusivamente en la política interna y económica. En sus 18 minutos de intervención, no realizó ninguna alusión a su política exterior ni a la situación con Venezuela, tema que había generado expectativa.
Trump abrió su alocución atacando a los inmigrantes y al sistema político que le precedió. Aseguró que en unos pocos meses su administración ha pasado de “lo peor a lo mejor“, gracias a sus políticas de deportación. “Nuestro país era motivo de burla en todo el mundo, pero ya no se ríen“, afirmó el mandatario desde la Casa Blanca.
El presidente destacó los logros de sus primeros once meses de gestión. “En los últimos 11 meses hemos logrado más cambios positivos en Washington que cualquier Administración en la historia de Estados Unidos. Nunca ha habido nada igual”, dijo en el arranque de su discurso.
Contrastó su política migratoria con la de la administración anterior, a la que acusó de haber “inundado” ciudades y pueblos con inmigrantes en situación irregular. También afirmó que la gestión precedente liberó a delincuentes violentos que, según él, pusieron en riesgo a personas inocentes.
Enfoque en inmigración y afirmaciones sin pruebas
Según Trump, su gestión prioriza a los ciudadanos “respetuosos de la ley y trabajadores“. Describió este enfoque como un cambio radical frente a lo que calificó como años de descontrol migratorio.
Sin aportar pruebas, el presidente aseguró que ha cerrado la frontera sur con México. Afirmó que en 7 meses no se registra el ingreso de ningún inmigrante ilegal, una declaración que no fue respaldada con datos específicos durante su discurso.
Posteriormente, el mandatario republicano cambió el tema para citar logros económicos. Aseguró que “los salarios están subiendo más rápido que la inflación” y que los precios de muchos servicios y productos se han reducido.
Mencionó ejemplos concretos como una reducción del “22 % en automóviles” y un precio de la gasolina de 2,50 dólares por galón. Estas afirmaciones buscaron proyectar una recuperación económica bajo su administración.
Discurso que no deja atrás a Biden
Casi un año después de iniciar su segundo mandato, el presidente Trump no dejó atrás a su predecesor en su discurso. El expresidente Joe Biden estuvo presente en la retórica de Trump desde el inicio de sus declaraciones.
“Hace once meses, heredé un desastre. Y lo estoy arreglando”, comenzó Trump, estableciendo un contraste directo con la administración anterior. Esta línea marcó el tono de gran parte de su intervención.
Enumeró una larga lista de quejas sobre la era Biden. Describió fronteras “abiertas”, hombres transgénero compitiendo en deportes femeninos, el crimen, “los peores acuerdos comerciales jamás hechos” y un Gobierno federal “enfermo y corrupto”.
El presidente adoptó un tono sombrío al describir su tiempo fuera de la Casa Blanca. “Durante los últimos cuatro años, Estados Unidos fue gobernado por políticos que solo trabajaron para privilegiados, inmigrantes en situación irregular, delincuentes reincidentes, cabilderos corporativos, presos, terroristas y, sobre todo, naciones extranjeras que se aprovecharon de nosotros como nunca antes”, afirmó.
Trump promete reformas sanitarias y de vivienda asequible
El presidente estadounidense, Donald Trump, prometió una reforma sanitaria que ponga fin al llamado “Obamacare“, al señalar que esto afectará a los demócratas, así como un nuevo programa para facilitar la vivienda asequible.
Trump aseguró que el sistema sanitario actual, el gran logro legislativo de la presidencia del demócrata Barack Obama (2009-2017), es “inasequible” y ha hecho que las aseguradoras se hagan ricas, y afirmó que su plan, que no ha detallado, dará “dinero directamente a la gente para que puedan comprar su propio cuidado de salud”.
Antes de su discurso, los republicanos de la Cámara Baja del Congreso aprobaron un proyecto de ley que busca reducir las primas de los seguros sanitarios creando un sistema de pagos directos a ciudadanos de bajos ingresos, y que no incluye una extensión de los beneficios del ‘Obamacare’, cuya prolongación se supone que será sometida en enero.
“Van a recibir mucho mejor cuidado de salud a un precio más bajo. Los únicos perdedores van a ser las compañías aseguradoras que se han enriquecido y el Partido Demócrata, que está totalmente controlado por esas compañías aseguradoras. No van a quedar contentas, pero eso me da igual, porque ustedes, el pueblo va a conseguir un gran cuidado sanitario”, aseguró Trump en un breve discurso prenavideño a la nación.
No obstante, el plan de Trump se ha centrado en acabar con la Ley de Cuidado Sanitario Asequible, conocida como ‘Obamacare’, sin ofrecer una alternativa clara para millones de estadounidenses que ahora mismo pueden optar por seguros médicos subsidiados y unas coberturas más amplias que antes.
Trump, que centró su discurso en sus logros económicos, también anunció que a principios de año anunciará un programa de reformas para permitir el acceso a vivienda asequible y a precios de la energía más bajos.
“Voy a anunciar uno de los planes de reformas de viviendas más ambiciosos de la historia de Estados Unidos. Uno de los principales factores que está empujando el coste de la vivienda al alza es la colosal invasión fronteriza”, indicó Trump, que llenó su mensaje de consignas antinmigrantes.
Cierre con anuncio simbólico para las fuerzas armadas
El presidente anunció que más de un millón de militares de EE.UU. recibirán un bono de 1.776 dólares (poco más de 1,6 millones de pesos chilenos). La cifra es simbólica, ya que hace referencia al año de la fundación del país.
Concretamente, Trump otorgará a 1.450.000 miembros de las Fuerzas Armadas este “bono especial”. El anuncio se enmarcó en la sección final de su discurso, dedicada a reconocer a las instituciones nacionales.
El discurso concluyó sin ninguna referencia a la tensión internacional en el Caribe, a Venezuela o a la amenaza de bloqueo naval que él mismo formuló horas antes, centrando todo el mensaje en el frente doméstico.
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