Corea del Norte anunció hoy la celebración de un ejercicio de puesto de mando militar que contó con la supervisión del líder Kim Jong-un en lo que supone una respuesta directa a las grandes maniobras conjuntas que han celebrado Corea del Sur y Estados Unidos estos últimos días.

El 29 de agosto, día en que comenzó el simulacro, Kim Jong-un visitó el puesto de mando de entrenamiento del Estado Mayor acompañado por el mariscal Pak Jong-chon, miembro del Presidium del Buró político norcoreano, y el general Kang Sun-nam, ministro de Defensa Nacional, informó hoy la agencia estatal de noticias KCNA.

Las maniobras buscan “hacer frente a la situación actual en la que EE.UU. y los gánsteres militares de la ‘República de Corea’ (nombre oficial del Sur) han llevado a cabo ejercicios conjuntos a gran escala extremadamente provocativos y peligrosos que simulan una guerra total contra la República Popular de Corea (nombre oficial del Norte)”.

Pionyang ya advirtió la pasada semana, cuando Seúl y Washington iniciaron sus grandes ejercicios conjuntos Ulchi Freedom Shield (UFS), que la celebración de los mismos podría acabar deparando una “guerra termonuclear”.

Kim “se familiarizó con el plan del ejercicio, que tiene como objetivo ocupar todo el territorio de la mitad sur (de la península), repeliendo la repentina invasión armada del enemigo y pasando a un contraataque total” y aseguró que las insistentes maniobras conjuntas de los aliados “constituyen una verdadera revelación de su plan para invadir la República Popular Democrática de Corea”, añadió KCNA.

El ejercicio simuló “ataques simultáneos súper intensos sobre centros de mando militar clave, puertos militares, bases aéreas operativas y otros objetivos militares importantes del enemigo y elementos neurálgicos cuya destrucción puede provocar el caos sociopolítico y económico”.

El anuncio norcoreano llega después de que Pionyang lanzara en la víspera dos misiles balísticos de corto alcance (SRBM) al mar de Japón horas después de que Washington movilizara un bombardero estratégico B-1 para que tomara parte en UFS, ejercicio que los aliados concluirán hoy mismo.

Tras el fracaso del diálogo sobre desnuclearización entre Washington y Pionyang en 2019, la península se ha convertido de nuevo en el escenario de una persistente escalada militar, con el régimen de Kim Jong-un probando misiles repetidamente y los aliados realizando grandes ejercicios bélicos y desplegando periódicamente activos estratégicos del Pentágono.