Algunas grabaciones mostraron cómo cientos de personas marchaban por las calles de diferentes ciudades mientras mostraban hojas de papel en blanco que representaban su oposición a la censura.

China amaneció con resaca de la oleada de protestas que sacudió el fin de semana las principales ciudades del país en contra de la política de cero covid y en las que resultaron detenidos un número indeterminado de personas y al menos dos corresponsales de medios occidentales.

Radio Francia Internacional entrevistó a Mario Esteban, investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor titular del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Madrid, sobre las manifestaciones, en las que se exige incluso la dimisión del presidente Xi Jinping.

Las autoridades chinas reforzaron este lunes la presencia de policía en Pekín para disuadir nuevas manifestaciones contra la política de cero covid, tras un domingo marcado por relevantes protestas en varias ciudades chinas. ¿Estamos ante manifestaciones inéditas en China?

No, no son inéditas, pero sí son las más significativas que ha tenido China desde las de 1989, las protestas estudiantiles de la Plaza de Tiananmén.

¿Por qué?

Porque los manifestantes se están movilizando a la vez en varios puntos del país. Esto es algo que hace mucho tiempo no veíamos en China. Todos hemos escuchado los eslóganes, apelaciones directas a la dimisión del presidente Xi Jinping.

Además, el motivo principal de la movilización es el hartazgo de la estrategia tan restrictiva para luchar contra la Covid 19 que se lleva a cabo en China.

Y el mandatario chino se ha comprometido mucho con esa estrategia.

Así es. Es una política que el propio Xi Jinping ha apadrinado. Es una política que se ha identificado de una manera muy clara con él. De ahí que cualquier movilización en contra de esa política también sea indirectamente una movilización en contra del presidente chino.

¿Qué escenarios vislumbra usted frente a estas protestas?

Evidentemente el Partido Comunista Chino (PCC) no va a permitir una movilización a gran escala en su contra. Habrá que ver si con medidas más contenidas, incluso una posible relajación en algunos aspectos de las estrategias contra la pandemia, esto puede calmar los ánimos.

Pero desde luego es muy difícil pensar que e PCCh vaya a permitir movilizaciones a gran escala por todo el país. En todo caso la represión no es una carta que debamos descartar. Se puede vislumbrar, en efecto, una respuesta represiva de esas características.

¿Por qué se empecina el presidente chino en la política del cero covid si ésta, visiblemente, ha sido un fracaso?

El presidente Xi Jinping ha invertido mucho capital político en su política de cero covid, que es una estrategia muy restrictiva contra la pandemia. Entonces, teniendo en cuenta su prestigio y autoridad personal, no es fácil para él dar un giro brusco.

Pero hay otros motivos de índole objetiva: las vacunas chinas son menos eficaces que las que tenemos en Occidente. Además, hay un porcentaje de la población anciana de china, las personas mayores, que no se ha vacunado.

Por si esto fuera poco, la prevalencia del virus ha sido bastante más baja allá que aquí en Occidente.

La población china apenas ha generado anticuerpos. Es decir, que si ahora se liberalizase completamente el tránsito de personas dentro y fuera de china, no sería nada descabellado pensar que esto pudiese derivar en una crisis sanitaria muy significativa lo cual erosionaría el prestigio de Xi Jinping.