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El presidente argentino, Javier Milei, propuso una alianza con Donald Trump en América Latina ante la lucha contra la cultura "woke", pero enfrenta complicaciones económicas. Aunque Milei aboga por el libre mercado, Trump refuerza su política proteccionista, imponiendo aranceles del 25% a las importaciones de aluminio y acero, afectando a empresas argentinas. La alineación de Milei con Estados Unidos no parece ser beneficiosa en la práctica, ya que Argentina no recibirá excepciones a los aranceles. Las exportaciones de aluminio y acero argentinas se verán perjudicadas, especialmente a EEUU. A pesar de las medidas, Milei sigue aferrado a Trump, buscando un tratado de libre comercio. Mientras, critica a la OMS y amenaza con retirar a Argentina del Acuerdo de París, siguiendo la línea de Trump. La incertidumbre persiste sobre posibles cambios en su postura ante la OMS.

El presidente de Estados Unidos aplicó aranceles a las importaciones de aluminio y acero, afectando a destacadas compañías del vecino país. El libertario evita confrontar e insiste con la batalla en contra de la OMS y el “wokismo”.

Al margen de la batalla contra la cultura “woke”, aquella idea del presidente argentino Javier Milei para liderar una agenda conjunta con Donald Trump en América Latina empezó a mostrar peligrosos vaivenes en lo económico.

Mientras el trasandino insiste con el libre mercado y la reducción de la intervención del Estado, el republicano estadounidense reafirma cada vez más su política proteccionista. Y a juzgar por las medidas de la última semana, ni los elogios del libertario evitarán que Argentina resulte perjudicada.

La alineación de Milei a Estados Unidos, país con el que busca una relación “carnal” en medio de desregulaciones, un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y su intención de ir a un tratado de libre comercio, parece no dar resultado en la práctica. Es que Trump firmó dos órdenes ejecutivas para imponer gravámenes arancelarios del 25% a las importaciones de aluminio y acero, que afectará directamente a varias empresas trasandinas.

“He decidido que, por razones de justicia, voy a imponer aranceles recíprocos, lo que significa que nosotros cobraremos lo mismo que un país hace pagar a EEUU, ni más ni menos”, afirmó el republicano desde la Casa Blanca. “Esto es importante, vamos a hacer EEUU rico de nuevo”, agregó en tono victorioso.

Desde Washington señalaron que los aranceles serán aplicados a nivel global y que no habrá excepciones a ningún país, ni siquiera a los “aliados” como Argentina.

Empresas argentinas afectadas

Vale recordar que, en 2018, el primer gobierno de Trump impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, pero el presidente Mauricio Macri (Cambiemos) acordó una excepción: se definió que una cantidad equivalente al 100% del promedio del aluminio y al 135% del promedio del acero exportado en los tres años anteriores ingresaría hacia ese país sin aranceles. Argentina fue entonces uno de los cuatro países que alcanzaron un acuerdo de exención arancelaria, además de Australia, Brasil y Corea del Sur.

Aunque sin alcanzar las cifras de mercados como Canadá, principal origen del acero importado por Estados Unidos, México, Corea del Sur, Brasil o Vietnam, la Argentina exportó en los últimos años un promedio cercano a los 3.289 millones de dólares anuales, entre aluminio, acero, hierro y sus manufacturas. El 21% tuvo como destino a EEUU. Por los aranceles, en el sector afirman que además puede haber efectos negativos sobre la actividad y el empleo.

Aluar, propiedad del empresario Javier Madanes Quintanilla que produce aluminio, exportó USD 530 millones a EEUU en 2024. Será, sin dudas, la compañía más afectada. El monto equivale al 40% de su producción, y es la única que produce este commodity en el país vecino.

En el caso del acero, las firmas afectadas serían Ternium y Tenaris, que forman parte del Grupo Techint. Argentina envió a Estados Unidos más de USD 100 millones el año pasado de ese producto, precisó el medio Infobae.

De todos modos, Argentina arrastra históricamente un déficit comercial con EEUU en el rubro de acero, hierro y sus manufacturas.

Según la consultora Abeceb, en los últimos cinco años las exportaciones a ese país promediaron los USD 164 millones al año, mientras que la importación fue de USD 107.000 millones anuales, un rojo mayor a los USD 106.000 millones.

En aluminio, el panorama es positivo: hay superávit comercial bilateral. En los últimos cinco años, Argentina exportó en promedio USD 418 millones mientras que importó USD 10 millones anuales, un saldo positivo mayor a USD 400 millones

A la espera de negociar una excepción, Argentina hoy no cuenta con embajador, dado que aún no fue aprobada por el Congreso la designación de Alec Oxenford, el reemplazo elegido por Milei tras la salida meses atrás de Gerardo Werthein, el actual canciller.

Milei se aferra a Trump pese a medidas perjudiciales para Argentina

“Trump no es un proteccionista, utiliza la política comercial como instrumento de geopolítica”, se limitó a declarar el presidente trasandino esta semana al ser consultado en el canal de noticias A24.

Y en la previa de un viaje a EEUU que concretará en las próximas horas, Milei subrayó que desde el gobierno “estamos trabajando para ir a un tratado de libre comercio con Estados Unidos”, siempre “por fuera del Mercosur” del que Argentina es miembro fundador.

En tanto, Trump mencionó ligeramente a Argentina, pero sin dar mayores pistas sobre una eventual exención de los aranceles a los productos trasandinos: “Tenemos un poco de déficit con la Argentina, como con casi todos los países”.

Por ahora Australia sí podría ser “salvado” porque “compra muchos aviones” y hay superávit comercial, según el líder norteamericano. Para poner en contexto, Argentina finalizó el año pasado con un superávit de USD 229 millones en el intercambio comercial de bienes con Estados Unidos, según datos provisorios recopilados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Evitando polemizar con las medidas arancelarias de Trump, Milei profundizó en paralelo su batalla cultural contra la Organización Mundial de la Salud, Naciones Unidas y el tan despreciado “wokismo”, como repiten los líderes de derecha.

Siguiendo los pasos de Trump, dijo que firmará un decreto para retirar a Argentina de la OMS e, incluso, amenazó con hacer lo mismo con el Acuerdo de París, referido a la lucha contra el cambio climático. No obstante, apenas son anuncios por el momento, sin alcance formal.

Desde la gestión libertaria cuestionan al organismo liderado por Tedros Adhanom Ghebreyesus por las políticas de aislamiento durante la pandemia de Covid-19: “Junto al gobierno de Alberto Fernández nos llevaron al encierro más largo de la historia de la humanidad y a la falta de independencia frente a la influencia política de algunos estados”.

Recientemente, la agencia Reuters reveló una supuesta vuelta de EEUU a la OMS condicionada a un interés geopolítico claro de Trump: que la entidad nombre a un estadounidense como director general cuando termine el mandato del actual, pautado para 2027. ¿También dará marcha atrás Milei?