Miles de indígenas marcharon en Brasilia hacia la corte suprema, que tiene previsto analizar un caso clave sobre los derechos a sus tierras ancestrales.

Sus organizadores afirman que es la mayor movilización indígena en la historia de Brasil. Son 6.000 participantes de 170 etnias diferentes acampando desde el domingo en la región central de la capital.

Los manifestantes tienen previsto marchar hacia el Supremo Tribunal Federal en la tarde. Esto, cuando la corte abra sesión en la que se espera empiece a abordar un caso que tendrá repercusión en decenas de litigios sobre sus reservas naturales.

Vistiendo trajes típicos, al son de cánticos e instrumentos tradicionales, el martes se realizó una vigilia nocturna con miles de velas.

Los indígenas también protestan contra lo que consideran una “persecución sistemática” por parte del gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro.

“Este gobierno está atacando a los pueblos indígenas”, dijo el cacique Syrata Pataxo, de los indígenas Pataxo, originarios de Bahia.

“Toda la humanidad hoy clama por la protección de la Amazonía. Pero este gobierno quiere que la selva, el pulmón de nuestro planeta, sea reemplazada por soja y minería”, añadió el líder.

Juicio clave

La Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), que organiza las protestas, consideran que lo que está en manos del máximo tribunal es “el proceso más importante del siglo” para los 900.000 indígenas que viven actualmente en el país y cuyas reservas ocupan el 13% del vasto territorio nacional.

El caso gira en torno al derecho de los indígenas a ocupar y preservar sus tierras ancestrales, que les fue asegurado en la Constitución brasileña de 1988.

El lobby del agronegocio defiende que solo deben reconocerse como tierras indígenas aquellas que estaban ocupadas por ellos cuando se promulgó la Carta Magna.

Pero los defensores de los pueblos originarios sostienen que la Constitución no prevé ese “marco temporal” y que los indígenas fueron desplazados de sus territorios a lo largo de la historia, especialmente durante la dictadura militar (1964-1985).

“Todo Brasil es tierra indígena. Nunca salimos de esta tierra, siempre estuvimos aquí”, sostiene Tai Kariri, líder de 28 años del pueblo con su mismo nombre del estado de Paraiba (noreste).

La decisión, que podría demandar más de una sesión e incluso no emitirse esta semana, es sobre una reserva en el estado de Santa Catarina (sur), pero tendrá repercusión general y podrá afectar numerosas otras tierras en disputa.

Bolsonaro advirtió el martes que si el STF rechaza el argumento del “marco temporal”, podría desatarse un “caos”.

También tramita en el Congreso un proyecto para instaurar el criterio del “marco temporal”, entre otras legislaciones que Bolsonaro y sus aliados impulsan, según ambientalistas, para hacer avanzar aún más la agricultura y la industria sobre las reservas naturales.