El presidente electo de Perú, Pedro Castillo, tuvo una primera derrota política este lunes. La opositora de centroderecha María del Carmen Alva fue elegida nueva presidenta de la cámara única del Parlamento. Castillo debe asumir la presidencia en un día. El candidato oficialista no pudo competir y todo apunta a que la gobernabilidad será difícil de conseguir durante esta legislatura.

María del Carmen Alva (Acción Popular) ganó la presidencia del Congreso este lunes 26 de julio con 69 votos de 130. Lo hizo con apoyo de la derecha y un sector de la extrema derecha. El almirante Jorge Montoya, de un partido de extrema derecha, obtuvo 10 votos.

La candidatura oficialista no pudo competir porque fue vetada por la mayoría derechista alegando una supuesta irregularidad en la conformación de su lista, lo que fue denunciado por el oficialismo como un abuso antidemocrático.

La coalición progubernamental, que incluía bancadas de izquierda, de centro y centroderecha, votó en blanco, alcanzando 50 votos.

Esta votación anuncia una relación difícil entre el próximo presidente de izquierda y un Parlamento controlado por la derecha. Una correlación de fuerzas que complica la gobernabilidad y la estabilidad del país.

La oposición podría cobrar más fuerza

Castillo tendrá problemas para hacer aprobar en el Congreso muchas de sus propuestas de cambio. El Parlamento puede destituir al presidente con la ambigua figura de la “incapacidad moral”, como ya hizo contra el expresidente Martín Vizcarra.

La oposición no tiene los 87 votos que necesita para ello, pero está cerca, como quedó demostrado este lunes. Podría sumar más apoyo si se abre un escenario de crisis.

La juramentación como presidente de Castillo, un campesino y maestro rural de una región andina muy pobre, se dará en el bicentenario de la independencia. En esa fecha simbólica se iniciará una presidencia considerada como una histórica reivindicación de las poblaciones rurales, andinas y populares excluidas.