Tres indígenas murieron al chocar con la policía en una protesta contra la contaminación y la gestión de la pandemia ante el campamento de una petrolera canadiense en la Amazonía peruana, según un nuevo balance oficial divulgado este domingo.

“Lamentablemente no son dos los pobladores fallecidos, nos acaban de comunicar que son tres”, dijo el ministro del Interior, Jorge Montoya, a la radio RPP sobre el enfrentamiento que dejó de 17 heridos entre policías e indígenas.

Las autoridades enviaron a la amazónica región de Loreto una delegación al mando del ministro de Cultura, Alejandro Neyra, cuya cartera se encarga de las relaciones con los pueblos indígenas, para poner paños fríos a la protesta y buscar un diálogo entre las partes en conflicto.

Previamente el gobierno había indicado que el incidente dejó “seis efectivos policiales heridos y dos pobladores, aún sin identificar, fallecidos”, además de 11 indígenas heridos, según un comunicado del Ministerio del Interior.

Cuatro de los indígenas heridos se encuentran “con pronóstico reservado”, según las autoridades peruanas.

El enfrentamiento se produjo cerca de la medianoche del sábado, cuando unos 70 pobladores armados de lanzas intentaron tomar el campamento de la empresa canadiense PetroTal, en la localidad de Bretaña, en la región Loreto, en el noreste de Perú.

Los indígenas exigían a la empresa que paralizase sus trabajos en un pozo petrolero conocido como Lote 95, alegando que contamina la zona a raíz de varios derrames pasados. Este domingo PetroTal anunció la suspensión de sus operaciones en la zona, donde tiene un centenar de trabajadores.

Dos versiones

Según el Ministerio del Interior, el choque comenzó cuando los indígenas, que también llevaban escopetas, dispararon e hirieron a un policía con perdigones.

En cambio, la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte del Perú (Orpio) dijo que fueron los agentes quienes “iniciaron” el enfrentamiento.

“La policía, entre la turba, empezó a tirar ráfagas e incluso los mismos policías se han disparado entre ellos, por la oscuridad”, dijo la organización en un comunicado.

“Los hermanos indígenas no tenían armas de fuego. Solo llevaron sus flechas como herramienta de defensa ancestral, de uso tradicional y cultural, ellos quisieron entrar a tomar la estación”, añadió la Orpio.

La protesta tenía como objetivo expresar el rechazo hacia “la empresa petrolera y el Estado ante el abandono y muerte de sus familiares por falta de tratamiento, medicinas por culpa de la COVID-19”, agregó.

El ministro del Interior -un general retirado de la Fuerza Aérea- aseguró a la radio RPP que la fiscalía investiga quien inició los disparos.

El gobierno resaltó que la acción policial se realizó en presencia de un fiscal y exhortó al diálogo para resolver de forma pacífica los reclamos ante la petrolera canadiense.

La pandemia del nuevo coronavirus que golpea a Perú desde marzo ha sido especialmente severa en la Amazonía, donde viven decenas de etnias indígenas en situación de pobreza.

Las autoridades estiman que siete de cada 10 habitantes de Iquitos, principal ciudad de la Amazonía de Perú, contrajeron la covid-19.

Iquitos estuvo en el ojo de la pandemia en mayo, cuando sus hospitales se vieron desbordados por falta de oxígeno medicinal y las morgues no daban abasto.

Loreto, donde nace el río Amazonas y fronteriza con Brasil, Colombia y Ecuador, es la región más extensa y menos poblada de Perú, pero una de las más afectadas por el coronavirus.

En la selva peruana prácticamente no hay carreteras y el transporte es sobre todo fluvial, lo que movilizó al gobierno a establecer puentes aéreos para hacer llegar la ayuda sanitaria.

Con 33 millones de habitantes, Perú registra más de 470.000 contagios y supera los 20.000 muertos por covid-19, tercera mayor cifra en la región después de Brasil y México.