Cientos de miles de manifestantes se reunieron el martes en la tarde por las calles de varias ciudades de Argentina, para pedir el desafuero de la senadora y expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, involucrada en varios casos de corrupción, el último conocido como los “cuadernos de las coimas”.

La principal concentración se desarrolló en Buenos Aires,a las afueras del Congreso argentino, donde este miércoles el Senado debate aprobar el allanamiento al departamento de Fernández en la capital trasandina. La votación se debió realizar la semana pasada, pero se pospuso por falta de cuórum debido a la ausencia de senadores peronistas.

“Desafuero a la chorra de CFK”, decía uno de los carteles de los miles de manifestantes que se reunieron a las afueras del Congreso, mientras que otro lienzo pedía “cárcel a Cristina” o “devuelvan lo robado”.

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Además de la solicitud de allanamiento a las propiedades de Cristina Fernández por el caso los “cuadernos de las coimas”, sobre la expresidenta también pesa un pedido de desafuero por juez Claudio Bonadio que la acusa de encubrir la participación de Irán en un atentado contra un centro judío en 1995 que dejó 85 muertos en el denominado caso Amia.

Lingotes de oro sí, anillos no

En una carta a su bancada parlamentaria este martes, Fernández sostuvo que “a esta altura de las circunstancias, no tengo ningún inconveniente en que el cuerpo autorice lo solicitado por Bonadio (el allanamiento)”.

La exmandataria aclaró sin embargo que su disposición “no implica convalidar la irracionalidad de las medidas dispuestas” por el juez, “sino que tiene por principal objetivo terminar con el show montado alrededor de estos allanamientos sin fundamentos”.

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En su carta, Fernández pidió al Senado que para los allanamientos no se permitan cámaras de televisión ni fotográficas, que estén presentes sus abogados así como un senador de su elección y que se resguarden los objetos de uso personal.

“Si encuentran lingotes de oro, millones de dólares o piedras preciosas en bolsas, se los pueden llevar; pero si encuentran un anillo o un collar, está claro que son de mi uso personal”, ironizó.

El caso de los “cuadernos de las coimas” se inició sobre la base de apuntes tomados por un exchofer del ministerio de Planificación Oscar Centeno, quien supuestamente hizo durante diez años recorridos por Buenos Aires para llevar y traer bolsos cargados de millones de dólares. Es un exsargento echado del ejército por mala conducta.

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El departamento de Fernández en Buenos Aires, así como la residencia presidencial de Olivos y la Casa Rosada, sede del gobierno, figuran en esos cuadernos como puntos de entrega del dinero.

A esos apuntes se sumaron luego las confesiones de varios empresarios que decidieron acogerse a la figura del arrepentido y más recientemente dos exfuncionarios de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández.

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