Fue un debate intenso el de esta mañana en el congreso peruano. 19 mil capturas por el delito de violación fue la cifra que en parte llevó a la discusión, con el agravante que solo el 0,5% de los detenidos han recibido una sentencia.

20 iniciativas de todas las bancadas legislativas se convirtieron por unanimidad (103 votos) en la expresión más clara para aplicar la cadena perpetua a quienes comentan violaciones a menores de 14 años, algo que fue debatido en su alcance por algunas congresistas como Lourdes Alcorta (Fuerza Popular), quien aseveró que debería imponerse la pena a todos los violadores, no solo a los que agredan sexualmente a menores de 14 años.

Pero el avance de esta mañana en materia penal tuvo un plus en las reformas que dieron el primer paso a la castración química como medida complementaria contra los violadores. Esto, aunque en menor rango de apoyo durante la votación alcanzó el “a favor” 67 votos, siete en contra y 28 abstenciones. Sin embargo, todo el texto quedó pendiente de segunda votación para la próxima sesión.

De ser aprobada en segunda instancia la semana entrante, quedará a discusión del juez de la causa en turno la aplicación de la castración química contra quienes ostenten una pena por el delito de violación sexual contra un menor de edad.

Para lograr los avances que hoy hicieron noticia en el congreso peruano, fueron aplicadas reformas al artículo 173 del código penal peruano para lo cual fue necesaria la votación por separado, la cual no gozó de unanimidad como la primera, pero al menos, la atención tanto dentro como fuera del recinto legislativo.

El texto sustitutorio del Artículo 173 “Violación sexual de menor de edad” plantea: “El que tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza cualquier otro acto análogo con la introducción de un objeto o parte del cuerpo por alguna de las dos primeras vías, con un menor de catorce años, será reprimido con pena de cadena perpetua. Se impondrá como medida complementaria la castración química cuando el juez lo estime pertinente”.
- Congreso de Perú

Castración química y sus efectos

AFP
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Se entiende como un tratamiento médico que un condenado por violación recibe en un país con la legislación vigente, a través de compuestos químicos como el Acetato de Medroxirprogesterona (MPA), el Acetato de Cyproterona (CPA) y el Agonista de la Hormona Liberadora de la Hormona Luteotrópica (LHRH) que juntos e inyectados al reo por un periodo de 3 meses, cumplen la misión de inhibir el deseo sexual, sumado a una reducción en la producción de testosterona.

Compuestos como la Depo-Provera (Acetato de Medroxirprogesterona) en tanto, frenan a nivel cerebral la liberación de hormonas que antes permitían la excitación, producción de semen y la fertilidad. Con lo anterior se evitaría que en situación de reincidencia por múltiples factores que atañen o escapen del sistema judicial, exista la posibilidad de embarazo en víctimas mujeres.

Los países a la vanguardia de la castración química

En octubre de 2016, la castración química se volvió una realidad en Indonesia por orden del poder ejecutivo y a raíz de la violación en grupo de una niña de 14 años en ese país, lo que desató la indignación de la sociedad, que volcó a las calles para exigir justicia en este caso.

Amnistía Internacional
Amnistía Internacional

California tiene más experiencia en aplicar este tipo de castigos tras realizar una modificación a su código penal en 1996, dando luz verde a la castración. Desde entonces Florida le sigue los pasos mostrándola también como castigo ejemplar.

Pero en EEUU no son los únicos que la aplican. Forman parte de nueve en total, entre los que figuran Georgia, Iowa, Luisiana, Montaba, Oregón, Texas y Wisconsin.

En Europa del este, países como Moldavia y Rusia no han quedado exentos de la castración química a través de su legislación penal. Octubre de 2011 fue clave en este último territorio para aprobar una ley contra la pederastia.

Con la anterior, se abrió la puerta para enjuiciar y aplicar la castración química a quien fuera encontrado culpable de violación a menores de 14 años. Los reincidentes recibirían además la cadena perpetua.

Chile y el espejo del mundo

Casos recientes de violación a menores de edad han sacudido a Chile, donde han habido tibios intentos por aplicar la castración química. Ámbar, la lactante de 1 año 8 meses brutalmente golpeada y violada en Los Andes, forma parte del registro de los crueles abusos contra menores.

En febrero de este año, la entonces diputada electa por Renovación Nacional, Camila Flores, ponía nuevamente en el ruedo de la discusión una propuesta para aplicar la castración química mediante reformas a la legislación vigente.

La parlamentaria aseguró que para concretar estas acciones era necesario salir del Pacto de San José de Costa Rica, un tratado internacional que, según Flores, se contrapone al resguardo de vidas inocentes a las que el Estado debe protección.

Cuando la propuesta de discusión apenas resonaba en la sociedad chilena, a través de su director, Fernando Martínez, el Instituto Nacional de Derechos Humanos aseguraba que acciones como la castración física implicarían torturas, agregando que estas medidas serían discriminatorias al afectar, como la mayoría de las veces, a los sectores más vulnerables de la población.

Sin embargo y ajeno a la realidad de sus vecinos chilenos, Perú se apresta a dar el paso definitivo la próxima semana en su congreso para hacer efectiva la castración química, con lo cual se sumará a Argentina, país que aplica la medida aunque en carácter voluntario previo a 2010, cuando decenas de condenados por violación se adhirieron a esta para optar por una libertad condicional donde la castración química evitaría su reincidencia en el delito.