La revista especializada en economía y en develar las principales fortunas del mundo, Forbes, publicó en 2006 que Fidel Castro era uno de los 10 gobernantes más ricos del planeta.

La fortuna personal del líder de la Revolución Cubana alcanzó los 900 millones de dólares en 2006, según el periódico norteamericano.

Forbes planteaba que con esa fortuna, Castro superaba a otros gobernantes como la reina Isabel II del Reino Unido o la reina Beatriz de Holanda, aunque estaba lejos del rey de Arabia Saudí, Abdullah Bin Abdelaziz (fallecido en 2015), quien lideró el ránking con un patrimonio de 21.000 millones de dólares.

Esta publicación generó una gran polémica en Cuba y la molestia del propio Fidel, quien desafió a Forbes a mostrar pruebas de su supuesta fortuna y que si lo hacían, él renunciaba como mandatario cubano.

Si ellos prueban que yo tengo una cuenta en el exterior de 900 millones de dólares o de un dólar, yo renuncio ahora a todas las funciones que estoy desempeñando“, dijo Castro en su momento, consigna diario La Nación de Argentina.

Desde la revista norteamericana confirmaron la información publicada, pero dijeron que la estimación de que Castro poseía una fortuna de 900 millones de dólares se basaba en un cálculo de lo que producían las empresas estatales de Cuba.

Forbes consideró que su “poder económico sobre una red de compañías propiedad del Estado” le permitía a Castro ostentar una fortuna de cientos de millones de dólares, debido a que no tenían acceso a las cuentas bancarias del líder cubano.

“No es sorpresa que estas estimaciones son más arte que ciencia“, dijeron los editores de Forbes, cita reproducida por la DW.

De esta forma, nunca se pudo demostrar que Fidel Castro ostentara una gran fortuna, más allá de comentarios de ex colaboradores o empleados, que han llegado a asegurar que contaba a su disposición con 20 propiedades en una isla privada.

La única propiedad que se conoce de Castro es su casa en La Habana, la cual es de dos pisos, 4 habitaciones y tiene todas las equipaciones necesarias, pero nada que se puede considerar como un “lujo”, aunque cuenta con piscina y una cancha deportiva, consigna la BBC.

Pese a que durante años fue ocultada de los medios de comunicación, tras la salida de Castro del poder en Cuba (pasando el mandato a su hermano Raúl), el living de la casa comenzó a ser un lugar habitual para recibir visitas internacionales.