Un pastor de cabras de una pequeña localidad marroquí se vio obligado a elegir entre salvar a su hijo o a sus padres tras el terremoto ocurrido el pasado viernes.

La trágica historia fue dada a conocer por la cadena británica BBC, medio que conversó con el devastado padre.

Se trata de Tayeb ait Ighenbaz, quien vive en una comunidad en las montañas de la cordillera del Atlas. Según explicó a la cadena británica, se vio completamente “atormentado” por la difícil decisión que debió tomar.

En su relato, Tayeb cuenta que al momento del terremoto se encontraba con su esposa, sus dos hijos y sus padres en una pequeña vivienda construida en piedra.

“Todo pasó muy rápido. Cuando comenzó a temblar todos corrimos hacia la puerta”, cuenta a la BBC.

Una familia pasa junto a un edificio derrumbado en Amizmiz
Archivo | Una familia pasa junto a un edificio derrumbado en Amizmiz | EFE

“Mi papá estaba durmiendo y le grité a mi mamá que viniera, pero ella se quedó esperándolo”, agrega. Hacia el otro lado, solamente podía ver a su esposa y a su hija.

El hombre dice que al volver hacia la casa, que estaba caída, encontró a su hijo de 11 años y a sus padres bajo losa escombros.

Con la premura del tiempo jugando en contra, Tayeb se vio en medio de una compleja encrucijada: ayudar primero al pequeño de 11 años o ir por sus padres.

En cosa de segundos optó por auxiliar al niño, de quien podía ver su mano hurgando entre los restos de roca. De manera desesperada comenzó a cavar, salvando así al menor.

Luego fue el turno de ir por su papá y mamá, quienes estaban bajo una enorme losa de piedra. Lamentablemente, fue demasiado tarde.

“Tuve que elegir entre mis padres y mi hijo”, se lamenta con lágrimas en sus ojos.

“No pude ayudar a mis padres porque el muro cayó sobre la mitad de sus cuerpos. Es muy triste. Vi a mis padres morir”, menciona.

En medio de la improvisada conversación, Tayeb muestra manchas de sangre en sus ropas. Según afirma, son de sus padres.

Aún shockeado por lo sucedido, el pastor señala que a sus 50 años, tendrá “que empezar de nuevo”.

Gente caminando entre los escombros en la ciudad de Amizmiz
Gente caminando entre los escombros en la ciudad de Amizmiz | EFE

“Es como nacer de nuevo en una nueva vida. Sin padres, sin casa, sin comida, sin ropa”, puntualiza.

“Mi papá me salvó de la muerte”, dice su pequeño hijo Adam mientras lo abraza en medio de la entrevista.

Según detalló el ministerio del Interior de Marruecos, el número de víctimas fatales causados por el terremoto asciende a 2.497, mientras que los heridos llegan a 2.476.

El movimiento telúrico tuvo su epicentro en la localidad de Ighil, situada a unos 80 kilómetros al suroeste de Marrakech.