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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Eduardo Fuentes compartió un angustiante momento que vivió al atorarse con un pedazo grande de plátano, quedando sin poder respirar por unos segundos. El relato surgió mientras se comentaba el infarto sufrido por Patricio Toledo en un partido homenaje a emblemas de la UC. Fuentes describió la sensación de ahogo y miedo al no poder expulsar el alimento atascado, hasta que logró vomitarlo con sus dedos.

Eduardo Fuentes relató un angustiante momento que protagonizó hace algunos días, a propósito de lo que vivió Patricio Toledo, en el partido homenaje a los emblemas del cuadro cruzado Cristian Álvarez, Milovan Mirosevic y José Pedro Fuenzalida.

Mientras se comentaba el lamentable episodio del histórico portero de la UC en el matinal Buenos Días a Todos, quien se desplomó en la cancha del Claro Arena, sufriendo un infarto y luego “muerte súbita”, Fuentes detalló la desagradable experiencia que vivió.

“Voy a contar algo, pero guardando todas las proporciones (…) No lo he contado acá, me da un poco de vergüenza contarlo”, confesó Fuentes.

“Días atrás me atoré comiendo plátano, me atoré al punto que me asuste. De atarantado, abro un plátano, voy caminando, masco el plátano y me doy cuenta de que era un pedazo demasiado grande y me quedó atrapado“, sostuvo.

Eduardo Fuentes relató angustiantes momentos sin poder respirar

El comunicador afirmó que era “esa típica sensación en donde uno dice ‘como que me duele, como que me molesta’, pero de pronto no pasaba y no podía respirar. Empecé a asustarme mucho, porque no podía respirar“.

“Y me empecé a apoyarme contra el borde de una silla y me vi tirándome fuerte contra la silla para tratar de botar y no me resultaba. Esto tiene que haber sido pocos segundos. Pero de verdad (…) cuando dices ‘cagué, hasta aquí llegué’“, confesó el exanimador de The Floor.

En ese sentido, contó que “me tuve que meter los dedos para intentar vomitar y así logré botar el plátano. Me asusté mucho, de verdad me asusté harto”, añadiendo que “Pensé en un minuto que sería todo”.