Este viernes, Julián Elfenbein (46) volvió a trabajar como animador al programa Pasapalabra de Chilevisión, luego de pasar dos semanas suspendido de sus funciones tras sufrir un infarto al miocardio.
A penas Elfenbein ingresó al estudio, los presentes recibieron con calurosos aplausos al animador quien se mostró feliz ante la recepción, incluso, bromeó con su situación.
Una vez terminada la grabación del episodio, Francisca García-Huidobro asistió al estudio de Pasapalabra en representación del equipo de Primer Plano (Chilevisión) para entrevistar a su amigo.
En esta conversación, Julián contó en detalle cómo fue el momento que sufrió el infarto, tanto cómo vivió las horas anteriores a la emergencia médica. “Me empecé a sentir extraño, sentía una presión en el pecho”, recordó.
Según su relato, el dolor comenzó unas dos o tres horas antes cuando se encontraba en un restaurante con un amigo. “Antes de ese momento, nunca me avisó”, dijo.
Mientras se devolvía a su casa en auto, los síntomas empeoraron. “El brazo izquierdo tenía un movimiento extraño y la mano no me obedecía”, relató.
Luego, Elfenbein llegó a su casa -en la que estaban su hija menor y su esposa- e intentó ignorar el dolor: hasta que no soportó más y se encerró en el baño. “Ahí vino la peor parte. El dolor es lo más increíble que he sentido (…) era tanto que, si yo hubiese estado en la cocina, me hubiese enterrado un cuchillo de la desesperación”, admitió.
Julián contó que cayó al suelo del baño y pensó: “Se acabó. El dolor me la está ganando”. “Fue una sensación de muerte”, admitió. No obstante, luego logró reponerse, pararse del suelo y recostarse en su cama. Su esposa llamó a un doctor cercano, quien lo envió a la clínica.
“Pude haber sido atendido más a tiempo, pero (admito que) tuve una hora y media siendo porfiado”, admitió. Julián fue internado de urgencia, tras recibir el diagnóstico, y luego trasladado a la Clínica Alemana para ser intervenido.
En tanto, el periodista aseguró que actualmente se siente muy bien y agradeció el enorme apoyo recibido. “Esto es una enfermedad rara, después de superada la crisis te sientes bien. Yo podría jugar una pichanga mañana”, dijo.
“Gracias por la preocupación”, expresó y detalló sus saludos a su familiares, amigos, equipo de Pasapalabra y equipo médico que lo atendió.
“No importa las veces que uno se caiga, si tienes una enfermedad o días tristes, siempre uno tiene la fortaleza para levantarse, ponerse de pie -con un tajo más, un tajo menos- para ver ese verano que viene”, reflexionó.
Finalmente, Francisca le expresó entre lágrimas: “Te queremos mucho. Nadie se va a quedar con Pasapalabra”.
