A meses de revelar que le habían detectado cáncer de mama, Paulina Urrutia, se abrió por primera vez a hablar del tema, instancia en la que reveló cómo se enfrentó al diagnóstico.
En octubre pasado, en una entrevista con Claudia Conserva -también paciente de la patología-, detalló que tenía un tipo de cáncer de los más agresivos, el de mama triple negativo.
Sin embargo, los síntomas comenzaron mucho antes, en enero del año pasado, según relató a Revista Ya: “Hacia enero de 2024, el dolor se me hizo permanente en la pechuga izquierda. Eran dos tumores, pero juntos se veían como una masa tumoral importante en la ecotomografía. Y, por lo tanto, chuta, ¡quimioterapia! La vida, de un año para otro, me cambió”.
Tal como detalló, el tratamiento no funcionó como esperaba y el cáncer provocó nuevos tumores que incluso comprometieron un ganglio en su brazo izquierdo.
No obstante, fue hasta que estaba inmersa en el proceso y que este comenzó a mermar en su cuerpo, que recién Paulina Urrutia se enfrentó a la realidad de la enfermedad, lo que terminó derrumbándola.
“Lloré como una niña, encerrada y muerta de calor. Imagínate, estaba pelada, hinchada, sin poder trabajar”, relató. Fue precisamente esto último lo que la abatió, pues al ser actriz su apariencia es esencial, por lo que incluso se vio en la encrucijada de no poder volver a actuar.
“Uno se siente absolutamente liquidado, ¡cómo no iba a llorar!”, admitió. No obstante, esto, al mismo tiempo, se transformó en su mayor miedo, la exposición. “‘Dije: ‘Esto se va a saber y voy a aparecer en la portada de un diario y será la peor foto de mi vida, me voy a ver horrible, y abajo, un titular: Paulina, cada vez más cerca de la muerte"”, profundizó.
Tal como recoge Publimetro, en marzo de este año la actriz se sometió a una mastectomía total, pero la cirugía no fue suficiente, pues la biopsia de los tejidos reveló que tenía que entrar al quirófano por segunda vez, con el fin de remover más restos cancerígenos.
A raíz de aquello, Paulina Urrutia actualmente usa expansores en el pecho para la reconstrucción mamaria y continua con la quimioterapia oral por 12 meses.
Sin embargo, la postura de la actriz ante su posible deceso como consecuencia de la enfermedad es acongojante: “Estoy entregada a lo que pase, y a que las cosas pueden funcionar y, si funcionan, será maravilloso y tendré otra vida, una segunda. Pero si no resultan… he tenido una existencia plena y ¡a concho!”, declaró.