El 30 de abril, Alfredo Ugarte perdió la punta de un dedo de una de sus manos luego que Juancho, una de sus iguanas regalonas, lo mordiera.

El entomólogo reveló el episodio en conversación con LUN, donde precisó que el animal le arrancó la piel, la carne y parte de la uña, lo que requirió una intervención quirúrgica en la Clínica Alemana.

“Estábamos tomando unas fotos y vi que iba a subir por un tronco. Es muy ágil y después no hay cómo bajarla, entonces la tomé mal, de la mandíbula de abajo”, partió contando el especialista.

“Juancho es un regalón y fue un mal manejo, un error mío, además que siempre lo tomo con guantes y ese día no lo hice”, añadió.

Pero Juancho no apreció el “trofeo”: lo desechó inmediatamente.

“Son herbívoras, ni siquiera comen carne, pero tienen muchos dientes bien puntudos, uno al lado del otro, como un cuchillo aserrado”, explicó.

A la clínica

El problema requirió una idea al centro de rehabilitación de la mano de la Clínica Alemana.

“Tuvo una fractura expuesta con pérdida ósea y de cobertura cutánea. Es decir, la iguana le sacó un pedazo de hueso y un pedazo de piel”, comentó al citado medio Sebastián Undurraga, traumatólogo del recinto asistencial.

“Perdió más de la mitad de la uña. Se le hizo un aseo quirúrgico, le sacamos el tejido desvitalizado y luego hicimos un colgajo pediculado homodigital”, añadió.

¿Qué significa lo último? En concreto, levantaron toda la piel alrededor de la zona afectada y la estiraron para cerrarla.

Y resultó: con todos estos meses el dedo se ve igual a como estaba antes, solo que cinco milímetros más corto.

En cuanto a su movilidad, esta no se vio afectada, aunque todavía necesita realizar ejercicios.