El viernes se estrenó oficialmente Mortal Kombat, la adaptación live-action del popular videojuego creado a inicios de los años 90 por Ed Boon y John Tobias.
La cinta había generado gran expectación entre los fans no sólo por tratarse de una de las sagas de peleas más famosas sino que también por el hecho de tener clasificación R, lo que nos garantizaba ver sangrientos fatalities.
Con un presupuesto de 50 millones de dólares, el filme contó con la dirección de Simon McQuoid, un director de cine australiano desconocido en la industria pero que pese a su poca experiencia en este tipo de proyectos, de igual manera se atrevió a tomar las riendas de un proyecto de esta envergadura.
¿Estará esta nueva película a la altura de las expectativas? Te lo contamos en esta reseña, la que por cierto tiene algunos spoilers.
La película comienza en el Japón Feudal, en donde se nos muestra cómo el clan de Lin Kuei ataca la aldea de Hanzo Hasashi (Scorpion), quien forma parte del clan ninja rival Shirai Ryu.
Bi-Han (Sub-Zero), líder de los invasores, asesina a la esposa e hijo de Hanzo. La única que sobrevive al ataque es la hija menor, una bebé de pocos meses. Luego de confrontarlo, el propio Hanzo finalmente muere a manos de Bi-Han.
Después de esta escena inicial, que puedes ver en este enlace, nos trasladamos hasta la actualidad, en donde se nos presenta a Cole Young, un luchador de artes marciales mixtas que nació con la marca de dragón en su pecho y quien es descendiente de Hanzo. Tras conocer a dos miembros de las fuerzas de elite, Jax y Sonya Blade, se dará cuenta del riesgo que corre no sólo su familia sino que toda la raza humana.
Y es que el Reino del Outworld ha ganado nueve torneos de Mortal Kombat. Si vencen en el décimo, podrán invadir el Reino de la Tierra. Consciente de la profecía que dice que la sangre de Hasashi lideraría a una nueva generación de campeones de la Tierra para arruinar los planes del Outworld, el poderoso hechizero Shang Tsung pretende acabar con todos quienes poseen dicha marca, para así evitar que alguno de ellos gane el nuevo torneo.
Para esto cuenta con la ayuda de sus súbditos, dentro de los cuales encontramos a Mileena, Kabal, Nitara, Reiko y Goro.
Es por esto que los elegidos -Cole, Sonya, Kano y Jax- llegan hasta el templo de Raiden para entrenar y así hacer frente a la poderosa amenaza, uniéndose aquí a Liu Kang y Kung Lao. Dentro de este grupo destaca especialmente Kano, un peligroso delincuente que pese a ser un sujeto antipático y grosero, hace reír con su personalidad burlesca.
En el caso de los demás personajes, la verdad es que se profundiza poco, salvo en Cole Young, luchador que por cierto no cuenta con el carisma que uno esperaría de un potagonista. Pese a esto, es probable que lo veamos siendo parte de algún DLC (contenido descargable) para el juego Mortal Kombat XI.
En líneas generales, la trama es sumamente básica, y por lo mismo, en ciertos momentos quedan algunos huecos argumentales. Evidentemente es una película pensada para los fans, por lo que de seguro quienes crecieron con Mortal Kombat se sentirán familiarizados con la trama. No obstante, en el caso de quienes nunca hayan probado el juego, la historia resultará extraña. ¿Podría haber sido una historia un tanto más elaborada? Sin duda.
Por contrapartida, uno de los puntos fuertes de la película son los combates, en donde encontramos acrobacias y palizas que en general convencen, las que para el regocijo de los fans incluyen algunos de los poderes especiales que hemos visto en los juegos.
En esa misma línea, no podemos obviar los tan esperados fatalities, los cuales cumplen a cabalidad, con escenas brutales que nos recuerdan que estamos viendo una película de Mortal Kombat, una franquicia que tras su debut se caracterizó precisamente por su sangre y gore. Si lo que quieres es ver movimientos finales brutales, de seguro quedarás satisfecho.
A diferencia de la película de 1995, en esta ocasión hay un uso mayor del CGI, siendo Goro un claro ejemplo de aquello. De seguro habrá varios quienes extrañarán la versión animatronic del personaje de los noventa, el que pese a lucir genial, limitaba mucho a la hora de hacer una pelea creíble.
La película mantiene un buen ritmo salvo por ciertos momentos en que se hace un tanto lenta, los que afortunadamente son pocos. Hay aspectos en los que no se profundiza lo suficiente, y hay ciertas incongruencias que son evidentes, lo que nos recuerda que la cinta es un pretexto para mostrarnos sangre y peleas.
Por su parte, hay que tener en cuenta que es una adaptación de videojuegos que cuenta con muchísimas entregas, por lo que abarcar todo es imposible. El universo de Mortal Kombat es gigante, por lo que una eventual secuela debiera mostrarnos aquellas cosas que quedaron pendientes, incluyendo nuevos integrantes del roster.
Cabe señalar que además de los personajes que vemos en la trama, hay guiños y menciones a otros como el maestro Bo Rai Cho, Shao Khan y Quan Chi. A su vez, hay varios easter eggs que serán del agrado de los más fanáticos, así que tendrás que estar atento para no perdértelos.
El final de la cinta deja una buena sensación, con una brutal pelea entre dos de los personajes mejor logrados. Por cierto, es en el epílogo en dónde se nos confirma al primer personaje para una eventual secuela. Una buena jugada.
La banda sonora está influenciada por el tono electrónico que, al menos en la primera adaptación cinematográfica, funcionó. Pero en este caso se queda un tanto al debe, ya que no destaca como hubiésemos querido.
Mortal Kombat es una película que cumple aunque evidentemente sin sobresalir. Los personajes están bien logrados, las coreografías de lucha son buenas y los fatalities se agradecen enormemente. Por contrapartida, su historia sumamente básica, y los momentos en los que se vuelve un tanto lenta, hacen que pierda puntos.
Pese a sus defectos, se nota que hubo un esfuerzo por apegarse al videojuego, incorporando al mismo tiempo nuevos elementos. Adaptar un videojuego a la pantalla grande siempre ha sido complejo. Es más, en la mayoría de los casos terminamos viendo verdaderos bodrios. Afortunadamente, esta versión de Mortal Kombat es una excepción a dicha “regla”.
