Grey’s Anatomy lleva 15 años en pantalla, durante los cuales ha demostrado que es más que un drama romántico y ha tocado una serie de temas contingentes, difíciles de hablar para muchos.

Más allá de las tragedias que no dejan de perseguir a su protagonista, Meredith Grey (Ellen Pompeo), la trama ha abordado conversaciones importantes como la identidad de género, la pena de muerte y la violación.

De hecho, este último tema es justamente el centro de la trama de su capítulo más importante y difícil, y por el cual su creadora, Shonda Rhymes, debió luchar.

En el episodio titulado Silent All These Years, escrito por Elisabeth Finch, el programa aborda no sólo la violación, sino que una serie de temas entorno a ella como el miedo, la vergüenza, el consentimiento sexual, las consecuencias emocionales y familiares, la denuncia, la investigación y los juicios, entre otros.

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La trama principal aborda la historia de Abby (Khalilah Joi), una mujer que llega al hospital con un corte en la cara y muy asustada. La doctora Jo Karev (Camilla Laddington) la recibe y rápidamente crean una fuerte lazo de confianza.

Tras un examen de rutina, Jo nota que Karen esconde fuertes golpes en su cuerpo y comienza a sospechar que había sido víctima de una violación.

Tras no poder convencerla de hablar con la policía, por temor a cómo los abogados defensores destruirían su reputación en el juicio, Jo logra que Abby acepte someterse a la toma de muestras que podrían servir de evidencias cuando quisiera hacer la denuncia.

La escena se convirtió en una gráfica descripción de cómo se administra el llamado “kit de violación”, mostrando cada paso desde la toma de muestra de las secreciones, las mediciones de las heridas y las tomas de fotografías de la evidencia.

El momento también incluyó el consentimiento verbal de la víctima ante cada toma de muestra, que era aún más desgarrador.

Para muchos espectadores esta era la primera vez que veían el proceso en televisión, y a pesar de ser un momento devastador, su valor iba más allá del impacto inicial.

Sin embargo, no fue una escena fácil de llevar a cabo y el equipo del programa tuvo que luchar para que se hiciera realidad.

La productora ejecutiva Krista Vernoff aseguró al portal The Hollywood Reporter que el episodio inicialmente fue rechazado por el equipo de Estándares y Prácticas de Transmisión de ABC, canal que emite la serie desde hace 15 años.

“Usualmente recibimos notas como: ‘No sean demasiado sangrientos’; ‘No sean demasiado explícitos en el lenguaje’; ‘No muestren demasiado pechos”. Pero los que obtuvimos en este guión incluyeron: ‘Por favor, no muestres ningún líquido en los Q-tips (cotones)’ y ‘Por favor, no muestres ningún fluido corporal bajo las luces azules"”, aseguró Vernoff.

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“(Shonda Rhimes) escribió una respuesta bastante apasionada de las innumerables formas en que los canales estaban dispuestos a mostrar la violencia real, pero que lo que estábamos haciendo aquí era el proceso médico que ocurre a raíz de la violencia y estaban tratando de decirnos que no se podía mostrar”, añadió Vernoff.

“Ella dijo: ‘Respetuosamente, rechazo estas notas’. En última instancia, ABC entendió que ella tenía razón. Realmente les doy crédito de que regresaron y dijeron: ‘Tienes razón. Puedes continuar como está escrito’”, relató.

Pero las cosas no quedaron ahí, porque “luego, extendimos la invitación a esa ejecutiva de ABC para que fuera parte del muro de mujeres, y ella aceptó”.

Vernoff se refiere a otra impactante escena del episodio, donde todas las mujeres que trabajaban en el hospital se unieron en dos filas para brindarle su apoyo a Karen, mientras iba camino a una cirugía.

La escena contó con la participación no sólo de todas las actrices del programa, sino que también con el equipo de producción del canal, de Shondaland, las maquilladoras, las escritoras, etc.

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“Muchas mujeres se nos acercaron después de leer la escena (la primera vez) y preguntaron si podían estar en ella. Estaban dispuestas a perder la paga de un día para estar en esa escena. (Elizabeth) Finchie y yo nos acercamos a nuestra productora, a la jefa de producción de Shondaland y a Shonda, y dijimos: ‘¿Podemos encontrar una manera para que todas estas mujeres puedan hacer esto sin que tengan que perder la paga de un día?’. La respuesta fue sí”, recordó. “Realmente fue el día más poderoso en un set que he tenido”, agregó.

Según la escritora del episodio, la idea de dicha emocional escena la tomó de cómo se honra la memoria de los donadores de órganos en algunos recintos. “Parte del protocolo de algunos hospitales es que cada vez que un donante de órganos pasa por un pasillo, todos los médicos de ese hospital hacen fila en los pasillos para honrar a esa persona”, dijo Finch a Entertainment Weekly.

Aunque el episodio fue creado por mujeres y para mujeres (toda la producción fue realizada por profesionales femeninas), también se las arreglaron para explicar de forma sencilla el consentimiento sexual, a través del hijo de la doctora Miranda Bailey (Chandra Wilson), quien por primera vez se sentía atraído a una niña.

En una sincera conversación, su padrastro Ben (Jason George) le explica la importancia de tratar bien a las mujeres y detenerse cuando ella le diga que no.

El episodio también intentó dejar en claro que existen distintos tipos de sobrevivientes de una violación. Abby, por ejemplo, se culpaba por haber ido a un bar con una falda ajustada y haber tomado un poco más de la cuenta. Y esa era una de las razones por las cuales no quería denunciar, ya que no quería ser juzgada y exhibida como una “mujer promiscua y borracha”, frente a su marido.

Por otro lado, también se contó la historia de la madre biológica de Jo, quien luego de ser encarada por su desconocida hija, le explica que había nacido producto de una violación, de la que ella se responsabilizó durante muchos años.

En su relato, la mujer reveló que el ataque se dio en una cita que ella aceptó con un chico mayor, pero donde no accedió a tener algún tipo de relación sexual.

Inspirado en una cruda declaración

El episodio surgió luego del crudo testimonio de Christine Blasey Ford contra el abogado y entonces nominado a la Corte Suprema de Estados Unidos, Brett Kavanaugh, a quien acusó de abuso sexual.

Según la profesora de la Universidad de Palo Alto, el hombre intentó violarla en la fiesta en la casa de una amiga, cuando tenía 15 años y él 18.

“Fui por las escaleras al siguiente nivel para usar el baño. Cuando llegué al final de la escalera, fui empujada desde atrás a un dormitorio. No pude ver quién me empujó. Brett y Mark entraron en el cuarto y trabaron la puerta”, narró hace algunos meses ante el Comité del Congreso de los Estados Unidos.

En su relato aseguró que Kavannagh la lanzó a la cama e intentó desnudarla, pero debido a que estaba borracho no pudo hacerlo. “Traté de gritar por ayuda, pero cuando lo hice, Brett me tapó la boca para que deje de hacerlo. Esto fue lo que más me aterrorizó y tuvo el mayor impacto en mi vida posterior. Fue muy difícil para mí poder respirar, y pensé que Brett iba a matarme accidentalmente”, recordó. Luego de un movimiento en falso de sus atacantes, logró zafarse y huir del lugar.

“Estaba dirigiendo un episodio cuando apareció el testimonio de Christine Blasey Ford y la confirmación de Kavanaugh (en la Corte Suprema)”, recordó Vernoff. “Sentí (su relato) a través de todo mi cuerpo, como muchas mujeres también lo hicieron. Se levantó y dijo su verdad y muchos expertos cuestionaron si ella sabía de qué estaba hablando o si se podía creer en ella o si recordaba la cara de alguien quien la atacó hace años. Fue un momento bastante poderoso poder ver todo eso”, reconoció.

“Sentí que lo más dañino de eso fue que se les dijo a hombres y mujeres jóvenes de todas partes que el consentimiento es irrelevante (…) Les dije a los escritores: ‘Tenemos que hacer algo al respecto e intentar hacer nuestra parte para explicar qué es el consentimiento y qué tan impactante es la violación y cómo puede dañar a la gente durante años, décadas y generaciones‘”, recordó.

“Espero que los espectadores se vayan con una mayor comprensión de lo que significa el consentimiento, y una comprensión más profunda de las diferentes formas en que la violación puede afectar no sólo al sobreviviente, sino a las generaciones posteriores”, dijo Vernoff.

“Espero que los profesionales médicos tengan conversaciones sobre modalidades y sistemas que puedan implementarse para ayudar mejor a los sobrevivientes”, finalizó.

Debido al contenido del capítulo, el programa puso una advertencia para sus espectadores. “El capítulo de esta noche de Grey’s Anatomy abordará temas importantes como los ataques sexuales. Parte del contenido puede ser detonante para algunas sobrevivientes y sus personas queridas”, explicaron antes del episodio y en redes sociales.

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