El popular cantante nacional falleció este domingo, luego de pasar varios días internado por problemas de salud. Es considerado como uno de los íconos de la cultura pop chilena.

Este domingo se confirmó el deceso de Zalo Reyes, cantante popular chileno conocido como el Gorrión de Conchalí. El músico había estado internado en las últimas semanas y en coma inducido, debido a problemas cardíacos.

Una de sus últimas entrevistas fue en 2017, al diario La Tercera, donde analizó gran parte de su carrera durante los años 80 en Chile.

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Si bien Reyes no solía referirse a temas políticos de forma pública, en aquella ocasión analizó cómo sus inicios fueron opacados en parte por la dictadura de Augusto Pinochet.

“Lo que pasa es que yo tuve mucha suerte en aparecer todos los días en el Festival de la Una, en tiempos en que no había redes sociales. La mejor fecha para mí fue el año 82 o 83, estaba la cagada en Chile, no había trabajo. (Los militares) pararon el Festival de la Una y todas esas cuestiones, a mí me hizo mucho daño el gobierno de Pinochet”, expuso.

“A mi mamá una vez le pegaron un puntapié en la fila de la parafina. Entonces el gobierno fue una molestia.
Yo fui un bálsamo para la pena y para la gente que se sentía mal, el único artista que no participó ni en la franja del Sí ni en la del No”, agregó.

Zalo Reyes y la muerte

En aquella ocasión, cuando los problemas de salud lo aquejaban, el artista ya se atrevía a hablar de la muerte y la admiración que sentía por su esposa.

“(Sobre la muerte espero), quedarme dormido un día. No quiero sufrir. Quiero estar con mi señora, que ha sido muy importante en mi carrera y en mi vida”, indicó.

“No (le temo), lo que sí quiero es un poquito más. No quiero vivir 90 ni 100. Vivir hasta los 80 hubiera sido ideal, pero yo creo que ya no va a ser”, agregó.

En este entonces Reyes se aprontaba a dar uno de sus últimos conciertos en el Espacio Belloni, en pleno barrio Bellavista. Por esos años ya estaba alejado de la fama y las luces.

“Me siento débil, es natural, son 65 años muy trasnochados. Pero ahora duermo mucho. Me acuesto a la una de la mañana y me levanto a las 12. Soy amante de mi familia, ya no tengo ni amigos, apenas unos cuatro, pero son de verdad”, explicó hace 5 años.