La empresaria y estrella de la TV estadounidense, Kim Kardashian, deslumbró en la Gala MET con el vestido original que Marilyn Monroe usó cuando le cantó "Feliz Cumpleaños" al presidente John F. Kennedy en 1962. Pero llevar la histórica prenda, le significó algunos "sacrificios" a la socialité, como perder 7 kilos y problemas para moverse por el calce ajustadísimo. Además, la logística para poder usar la delicada prenda, fue todo un desafío.

Como en cada MET Gala, Kim Kardashian fue simplemente icónica. Aunque fue uno de sus looks más sobrios, la estrella de la TV estadounidense usó un histórico vestido que perteneció nada menos que a Marilyn Monroe.

La prenda diseñada por Bob Mackie fue utilizada por la fallecida actriz en 1962 cuando le cantó “Feliz cumpleaños, señor presidente” a John F. Kennedy.

Fue así como Kim Kardashian cumplió a cabalidad con la temática del evento de beneficencia realizado en el Museo Metropolitano de Nueva York, que en esta oportunidad se centraba en la antología de la moda estadounidense.

Pero, llevar esta prenda le significó algunos “sacrificios” a la fundadora de SKIMS. El largo vestido nude lleno de cristales, es ajustadísimo en la zona de las piernas, por lo que a Kim le costaba incluso caminar.

Para Kim Kardashian fue todo un desafío usar el vestido de Marilyn Monrroe

En conversación con revista Vogue, la socialité señaló que fue todo un desafío usar la prenda, pues le significó perder 7 kilos. “Era como un papel. Estaba decidido a encajar”.

El vestido fue transportado por un avión privado con guardias desde el museo Ripley’s Believe It Or Not de Orlando hasta su hogar, donde se lo probó bajo estrictas medidas de seguridad.

“Tuve que utilizar guantes para probármelo”, confesó Kim.

“Siempre pensé que (Marilyn) era extremadamente curvilínea. Me imaginaba que yo podría ser más pequeña en algunos lugares donde ella era más grande y más grande en lugares donde era más pequeña. Entonces, cuando no me quedaba bien, quería llorar porque no se puede cambiar en absoluto”, añadió.

Por lo mismo, se sometió a un estricto plan para perder peso en tiempo récord, algo no recomendable, por cierto.

“Usaba un traje de sauna dos veces al día, corría en la caminadora, cortaba por completo todo el azúcar y todos los carbohidratos, y solo comía las verduras y proteínas más limpias”, afirmó.

“No me morí de hambre, pero fue muy estricto” aseguró.

Tras perder 7 kilos, el vestido le quedó. “Quería llorar lágrimas de alegría”, señaló.

Cabe destacar que Kim Kardashian usó el vestido solo unos minutos en la alfombra roja y luego se lo cambió por una réplica.

“Soy muy respetuosa con el vestido y con lo que significa para la historia de Estados Unidos. Nunca querría sentarme en él, ni comer en él, ni correr el riesgo de que se dañe, y no llevaré el tipo de maquillaje corporal que suelo llevar”, dijo a Vogue. “Todo tuvo que ser específicamente cronometrado y tuve que practicar cómo subir las escaleras”, explicó.

De hecho, salió de su casa en bata y el vestido se lo puso en un pequeño vestidor de la MET Gala usando guantes blancos.

Además, confesó que la idea surgió en la MET Gala de 2021. “La idea se me ocurrió después de la gala de septiembre del año pasado. Pensé: ¿qué habría hecho para el tema americano si no hubiera sido el look de Balenciaga? ¿Qué es lo más americano que se te ocurre? Y eso es Marilyn Monroe”, dijo Kardashian.

“Para mí el momento más Marilyn Monroe es cuando cantó Feliz Cumpleaños a JFK, fue ese look”, expresó.