Este domingo se emitió la esperada entrevista a la actriz estadounidense Meghan Markle, casada desde 2018 con el príncipe Harry, quienes han tenido una conflictiva relación con la familia real británica que incluso los llevó a renunciar a sus títulos.

Además de contar que tuvo pensamientos suicidas por todo el acoso que sufrió de la prensa sensacionalista británica y que había preocupación real por cuán oscura sería la piel de su hijo mientras ella estaba embarazada, la actriz también reveló que tuvo algunos desencuentros con su concuñada Kate Middleton, casada con el príncipe William.

Respecto a Kate, Meghan dijo que tuvo un problema con ella unos días antes de su boda, pero que esta se disculpó e incluso le envió flores.

Meghan hizo esta confesión luego de que la presentadora Oprah Winfrey le preguntara si era verdad una publicación de un tabloide que señalaba que ella hizo llorar a Kate.

La actriz respondió que no fue así, sino que había sido lo contrario. “Y no digo eso para desprestigiar a nadie, porque fue una semana muy dura de la boda. Ella estaba molesta por algo, pero se disculpó y me trajo flores y una nota, disculpándose. Ella hizo lo que haría yo si supiera que lastimé a alguien, cierto, solo para responsabilizarme por ello”, manifestó.

Sin embargo, indicó que le llamaba la atención que esa historia saliera distorsionada en los medios unos siete meses después de que ocurrió.

“Nunca hubiera querido que eso saliera a la luz sobre ella, a pesar de que había sucedido. Lo protegí para que no estuviera en el mundo”, expresó. Oprah insistió y preguntó: “Entonces, cuando dices que sucedió lo contrario, explícanos a qué te refieres con eso”.

Meghan respondió: “Unos días antes de la boda, estaba molesta por algo relacionado con los vestidos de la niña de las flores, y me hizo llorar y realmente hirió mis sentimientos”.

Markle también dijo que la familia real la había “silenciado”, que se sentía sola y que le dejaban hacer muy pocas cosas, especialmente en lo profesional, donde su libertad fue coartada.

“Todo comenzó a empeorar realmente que llegué a comprender que no solo no estaba protegida, sino que ellos (la familia real) estaban dispuestos a mentir para proteger a otros miembros de la familia, pero no estaban dispuestos a decir la verdad para protegernos a mí y a mi esposo”, afirmó.