El Palacio de Buckingham afirmó el miércoles que estaba “muy preocupado” ante las acusaciones de acoso vertidas por un ex empleado contra Meghan Markle, la duquesa de Sussex, durante su etapa como miembro de la familia real.

“Estamos claramente muy preocupados sobre las acusaciones [publicadas en el diario] The Times, tras la denuncia de un ex empleado del duque y la duquesa de Sussex”, indicó el palacio mediante un comunicado. “Por ello, nuestro equipo de recursos humanos examinará las circunstancias”, añadió.

“Los miembros del personal implicados en la época, incluidos aquellos que abandonaron la casa real, serán invitados a participar para ver si se pueden sacar lecciones” del caso, añadió el palacio, que insistió que no “tolerará acoso laboral”.

El diario The Times informó de que en octubre de 2018 Jason Knauf, entonces secretario de comunicaciones de Harry y Meghan, presentó una denuncia de acoso laboral.

A raíz de esto, un portavoz de la duquesa de Sussex aseguró que ella está “entristecida por este último ataque a su persona, especialmente como persona que ha sido ella misma acosada y está profundamente involucrada en el apoyo a los que han sufrido sufrimiento y trauma”.

Meghan “está decidida a continuar su labor para defender la compasión en todo el mundo y seguirá esforzándose por predicar con el ejemplo para hacer lo correcto”, añadió.

Los abogados de la pareja dijeron a The Times que el periódico estaba “siendo utilizado por el Palacio de Buckingham para vender una historia completamente falsa” antes de la difusión, programada para este domingo, de una muy esperada entrevista con Oprah Winfrey.

Falsedades

En un extracto difundido el miércoles de la comentada entrevista, Meghan sugirió que el Palacio de Buckingham dice “falsedades” sobre ella y su esposo.

Consultada acerca de cómo podían repercutir sus declaraciones en el palacio real, Markle respondió: “No sé cómo pueden esperar que después de todo este tiempo mantengamos silencio cuando hay un papel activo que desempeña The Firm (así se refiere a la corona, ndlr) para perpetuar falsedades sobre nosotros”.

Esta crisis sucede en un momento difícil para la reina Isabel II, cuyo esposo, el príncipe Felipe, de 99 años, está hospitalizado desde hace dos semanas por una infección.

Nieto de la reina y sexto en el orden de sucesión a la corona británica, Harry se casó con Meghan, una estadounidense, durante una ceremonia muy mediática en el castillo de Windsor en 2018.

Pero a inicios de 2020, Harry renunció a sus responsabilidades en el seno de la monarquía, invocando especialmente la presión de los medios, y tras la ruptura, que se hizo efectiva en abril, la pareja se instaló con su pequeño hijo Archie cerca de Los Ángeles, luego de una estadía en Canadá.

En un extracto previo de la entrevista difundido el domingo pasado, el príncipe, que culpa en parte a la prensa por la muerte de su madre, la princesa Diana en 1997, declaró que temía que la historia se repitiese.

La pareja, que el mes pasado anunció que esperan un segundo hijo, ha entablado varios pleitos legales contra publicaciones de Reino Unido argumentando invasión a su privacidad. El martes la empresa editora del Mail on Sunday, diario sensacionalista que había publicado una carta de Meghan a su padre, fue condenada pagarle 450.000 libras (627.000 dólares).

El palacio de Buckingham anunció el 19 de febrero que la pareja perdía sus últimos títulos, notablemente los títulos militares del príncipe, concretamente en los Royal Marines. Meghan Markle renunciará a títulos de orden caritativo, por ejemplo dentro del Teatro Nacional de Londres o en instituciones de la Commonwealth.

Deseosos de tener independencia financiera, Harry y Meghan ya firmaron contratos con Netflix y Spotify.