Ser famoso (al nivel de pertenecer a la realeza británica) y tener Facebook parece algo incompatible. Las críticas y mensajes de halagos serían cuantiosas. Eso, sin contar las solicitudes de amistad: eventualmente, cifras increíbles.

El protocolo real prohíbe a los integrantes de la Corona británica mantener actividad en las redes sociales. Según recoge la revista Vogue, “por razones de seguridad, ningún miembro de la familia real tiene permitido tener cuentas personales”.

Pero el príncipe Harry de Inglaterra, actual Duque de Sussex, esposo de Meghan Markle y nieto de la reina Isabel II, es conocido por romper protocolos.

Desde su adolescencia, el joven se caracterizó por estar en polémicas. A los 16 años habría sido sorprendido fumando marihuana y bebiendo alcohol e, incluso, asistió a una fiesta de disfraces vestido de nazi.

Además, en verano de 2012, paparazzis lo captaron desnudo en habitación de hotel en Las Vegas, Estados Unidos, junto a varias mujeres vestidas en bikini.

Por eso, y varios episodios más, romper parte del protocolo pareciera no ser tan importante para uno de los hombres más queridos de la realeza. Esto queda demostrado luego que se revelara que Harry tenía una cuenta de Facebook con un nombre falso.

Según consigna el portal español ABC el perfil, que estuvo activo durante cuatro años y que reunía varias fotografías privadas entre el príncipe y su expareja Chelsy Davy, se denominaba Spike Wells.

Y es que claro, el nombre Henry Charles Albert David Windsor (como sus padres Lady Diana y el príncipe Carlos decidieron llamarlo), habría sido muy notorio. Con el seudónimo, el duque llegó a acumular cerca de 400 amigos.

Luego de su episodio en Las Vegas, el príncipe decidió cerrar su cuenta, presumiblemente, para ahorrarle más problemas a la Familia Real Inglesa.

El hijo de Lady Diana contrajo matrimonio con la actriz estadounidense Meghan Markle el pasado 19 de mayo en la capilla San Jorge, ubicada en Windsor. A partir de ese momento, la pareja obtuvo el título de duques de Sussex.