La justicia belga examina la orden europea de detención y entrega emitida por España contra el rapero Valtonyc, condenado a tres años y medio de cárcel por enaltecimiento del terrorismo en sus canciones, y que se encontraría en Bélgica.

“Recibimos una euroorden de la justicia española, el procedimiento está en curso”, dijo a la AFP la portavoz de la fiscalía de la provincia de Flandes Oriental, Caroline Jonckers, confirmando una información del diario catalán Ara.

La portavoz indicó que el juez debe todavía convocar a José Miguel Arenas Beltrán, más conocido como Valtonyc, que, según explicó, se encuentra en Gante, capital de esta provincia neerlandófona del noreste de Bélgica, o en sus alrededores.

El domingo, el músico mallorquín de 24 años publicó una fotografía en su cuenta en Twitter en la que se aprecia, pese a estar ligeramente difuminado su fondo, un canal de la ciudad de Gante y con uno de los típicos barcos blancos y rojos que pasean a los turistas.

“Hoy haría un mes que dormiría en prisión, pero gracias a la organización popular y a la solidaridad he podido abrazar a mi familia”, escribió Valtonyc junto a la imagen, añadiendo que “pronto” habría noticias.

Su abogado, Gonzalo Boye, indicó a la AFP el 4 de junio que se habían puesto “en contacto con la autoridad del país” a donde se marchó el rapero sin precisar el lugar exacto y que se presentaría delante del juez, “cuando lo convoquen”.

En febrero, Arenas Beltrán vio confirmada por el Tribunal Supremo su condena a tres años y medio de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas, por las letras de sus canciones.

El músico debía entrar en prisión para el 24 de mayo. Pero la víspera tuiteó que no se lo iba a poner “tan fácil” a las autoridades españolas y que “desobedecer [era] legítimo”.

Su condena no es un caso aislado. En los últimos meses, varios internautas o artistas, como el también rapero Pablo Hasél, fueron condenados por mensajes considerados enaltecimiento del terrorismo.

En marzo, Amnistía Internacional (AI) criticó la ley antiterrorista de España que castiga el delito de “enaltecimiento”, ya que, a su juicio, se usa para “reprimir expresiones de índole política” en redes sociales.

Bélgica también fue el destino inicial del ex presidente catalán, Carles Puigdemont, y cuatro de sus exconsejeros a finales de octubre, cuando Madrid tomó el control del gobierno regional tras una intentona fallida de independencia de Cataluña.

La justicia belga rechazó a mediados de mayo la extradición de tres de los consejeros por “irregularidades” en la euroórdenes cursadas por España. Puigdemont espera por su parte la decisión de la justicia alemana y la cuarta consejera, la de la justicia británica.