La segunda temporada de The Crown se convirtió en la serie de Netflix que más “saborearon” los chilenos en 2017, es decir, fue la producción que más tiempo de calidad dedicaron los usuarios nacionales para disfrutarla en sus hogares.
La producción llevó al estrellato a la actriz británica Claire Foy, quien incluso el año pasado ganó un Globos de Oro a la Mejor Actriz de Serie Dramática por su interpretación de la Reina Isabel II.
Sin embargo, antes del reconocimiento y la fama mundial, Foy debió pasar por muchos problemas de salud y económicos para sacar adelante su carrera como actriz. Estos fueron contados en una entrevista dada al diario británico The Sun.
Su batalla contra el cáncer
La intérprete de la monarca inglesa cuenta cómo fue la lucha que debió dar contra un tumor ocular que pudo haber desfigurado su rostro cuando tenía 17 años, “Afortunadamente el tumor era de carácter benigno, pero su extirpación era potencialmente desfigurante. La experiencia me sirvió para convertirme en una persona más fuerte, apostar por el teatro y estudiar drama”.
La actriz agrega que “tengo mucha suerte de tener una cara, yo era antes como un cíclope, fue una experiencia aterradora. Además, tuve que tomar esteroides durante un año, lo que me hizo engordar demasiado y dejó mi piel muy deteriorada”.
Pero este no fue el único problema de salud que sufrió la galardonada actriz, ya que a los 13 años sufrió de Artritis, enfermedad que la llevó a dejar su viejo anhelo de convertirse en bailarina profesional y usar muletas por un año.
Durante el año 2016, mientras se grababa la primera temporada de The Crown, su marido Stephen Campbell fue diagnosticado con un cáncer cerebral. Afortunadamente, se trató de un tumor benigno alojado en la base de su cerebro y la operación fue un éxito. “Pensé que quedaría viuda en ese momento” declaró.
Claire Foy tenía sólo 8 años cuando sus padres se separaron, por lo que fue criada por su madre Caroline, teniendo otros dos hermanos mayores.
Su familia pasó por serios problemas económicos, los cuales la llevaron a ocuparse en diversos empleos para ayudar a su madre, que se desempeñaba como oficinista. “Siempre supe que no había dinero, por lo que debí salir y hacerlo yo. Tuve que trabajar en cualquier cosa para que ingresaran recursos al hogar”.
Así, desempeñó oficios como repartidora de revistas en estaciones de metro, oficial de seguridad, vendedora y profesora de piano.
Cabe señalar que la segunda temporada de The Crown fue la última que tuvo a Foy como protagonista, ya que desde la tercera el personaje de Isabel II enfrentará una edad más madura, el cual será llevado a la pantalla por Olivia Colman.
