El Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó sus perspectivas finales sobre lo que fue la economía de Chile en 2024, en el contexto del convenio que mantiene con nuestro país (Artículo IV), donde cada cierto tiempo entrega un análisis local.
Como en ocasiones previas, el organismo internacional destacó que los desequilibrios de la economía “se han resuelto en gran manera”, aunque “la recuperación ha sido desigual entre sectores”, como la construcción que continúa rezagada y “una tasa de desempleo que sigue siendo elevada”.
Con todo, la proyección del FMI apunta a que el PIB creció un 2,2% en 2024, y que para este año el avance será de entre el 2% y 2,5%. A su vez, la inflación alcanzaría el nivel objetivo del 3% en 2026, debido a la disminución del impacto de la normalización de tarifas eléctricas.
Sin embargo, también pone la advertencia de que “los riesgos y la incertidumbre siguen siendo elevados”.
FMI entrega análisis sobre Chile
“La volatilidad de los precios de las materias primas –ligada a las perspectivas económicas de los principales socios comerciales de Chile y al ritmo de la transición verde mundial– constituye un riesgo externo relevante”, dice el FMI.
Por otro lado, está la incertidumbre de las políticas monetarias (tasas de interés) y fiscales en economías más avanzadas, lo que “podría dar lugar a condiciones financieras restrictivas durante períodos más largos y a mayor volatilidad financiera”.
Y a nivel interno, “persiste la preocupación por la delincuencia, la migración y la desigualdad; además, la polarización política está obstaculizando el avance de las reformas estructurales”.
Con todo, el Fondo destaca que se ha apoyado una estabilidad económica, citando los recortes de tasas del Banco Central y los planes del ejecutivo en el Presupuesto 2025, donde se “prevé una notable reducción del déficit”.
“Sin embargo, el entorno exterior es inestable e incierto, lo que requiere políticas que refuercen aún más los amortiguadores económicos para proporcionar un espacio adicional de política ante futuros shocks”, recomienda el FMI.
A ello, añade que es “imprescindible aumentar el potencial de crecimiento de Chile para elevar el estándar de vida y hacer frente a las presiones sociales y fiscales”.
Materia fiscal
En materia fiscal, afirmó que el compromiso de ajustar el gasto fiscal “es bienvenido”.
“Para alcanzar una posición fiscal equilibrada en los próximos tres años, es necesario cubrir una brecha de al menos el 1% del PIB. Esto podría lograrse en gran medida con la relevante ley de cumplimiento tributario si su aplicación produce los ingresos adicionales previstos y no se utilizan para nuevas iniciativas de gasto”, dice.
También se debe “garantizar que cualquier aumento del gasto estructural esté alineado con mayores ingresos estructurales es vital para la sostenibilidad fiscal, mientras que la unificación de programas sociales fragmentados podría mejorar la eficacia y el acceso de los más vulnerables”.
Otras afirmaciones del organismo en su análisis sobre Chile apuntan a que mejoras continuas al marco fiscal del país “apoyarían la formulación de la política fiscal y fomentarían la transparencia”, junto con reafirmar que una reforma de pensiones -que ya se aprobó- es “esencial para garantizar pensiones adecuadas y hacer frente a los costos fiscales del envejecimiento de la población”.
Por el lado del Banco Central, dice que se justifica una mayor “cautela” en la relajación de las tasas de interés en función de los datos, pero también llama a “reconstruir los colchones de reservas internacionales” para “mejorar la resiliencia”.
Finalmente, el FMI destaca que el sistema financiero local “sigue siendo resiliente” a pesar de las vulnerabilidades relacionadas al sector inmobiliario y la menor profundidad del mercado financiero. Este último aspecto se espera sea subsanado mediante la Reforma de Pensiones, que debería ayudar a disponer de mayores recursos al mercado local en los próximos años.