A través de su cuenta en Twitter, Roser Fort, directora del Cine Arte Alameda, anunció que desde este jueves se proyectará en funciones especiales El sabor de las cerezas, el insigne filme de Abbas Kiarostami, director fundamental recientemente fallecido.

Así, la ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1997 regresa a la cartelera local, en específico a la Sala 2, en funciones que irán de jueves a miércoles a las 19:15 horas. La cinta es parte del catálogo de Gitano Films.

Un cineasta púdico

El iraní Abbas Kiarostami, cuya muerte en Francia a los 76 años fue anunciada el lunes en Teherán, era uno de los cineastas iraníes más célebres. Había viajado de Teherán la semana pasada para someterse a un tratamiento en Francia, según indicó la agencia iraní ISNA. El fallecimiento fue confirmado por la Casa del Cine en Irán.

Nacido el 22 de junio de 1940 en Teherán, el cineasta se interesó primero por el dibujo y cursó estudios de Bellas Artes, al tiempo que ganaba dinero como grafista y director de anuncios. Sus pequeños filmes publicitarios y sus créditos de películas le dieron, en principio, cierto renombre.

En 1971 estrena su primera obra, el cortometraje El pan y la calle. Muy pronto, con El pasajero, en 1974, se afirma como pionero del “cine realista”. Una muestra de ello es su primera película importante, El informe (1977), que gira en torno al  suicidio.

Decide permanecer en su país después de la revolución de 1979, obligado, como sus colegas, a seguir las reglas dictadas -empezando por no mostrar nunca una mujer sin velo en público. Luego le confían la dirección del instituto de cine Kanun, creado en tiempos del Sha y perpetuado por el nuevo régimen.

Con el tiempo afirma cierta independencia y en 1987 dirige ¿Dónde está la casa de mi amigo?, muy apreciada en el extranjero. En los años noventa, Kiarostami se impone a nivel mundial con su trilogía Koker, sobre todo la primera entrega (La vida sigue), que trata diferentes aspectos del terremoto que sufrió el noroeste de Irán en 1990.

Practica un “realismo negro”, detallista, púdico en todo momento, con la voluntad expresa de que participe el máximo de gente del pueblo. Sus películas, que ve como instrumentos de reflexión, rodadas casi siempre en localizaciones reales y no en estudio, asocian fábula, documento y belleza plástica.

A través de los olivos (1994) es una nueva muestra del talento de este cineasta y fotógrafo, trabajador incansable, díscolo, fácilmente reconocible por sus grandes gafas de cristales ahumados y su semblante serio.

La Palma de Oro en Cannes, en 1997, por El sabor de las cerezas. sobre el deseo de vivir y la fragilidad de un hombre de 50 años, le causará problemas en Irán porque la actriz Catherine Deneuve le dio un beso al entregarle el premio, para furor de los conservadores en Irán.

En 1999, El viento nos llevará, sobre la dignidad en el trabajo y la igualdad entre hombres y mujeres, gana el León de Plata en la Mostra de Venecia. En 2001, realiza ABC Africa sobre los niños ugandeses.

En una de sus últimas obras, estrenada en 2012, Like someone in love, una película “sin principio ni final”, según sus propias palabras, rodada en japonés, se unge una instantánea de la vida de tres habitantes de Tokio, una estudiante y prostitutas, su viejo cliente y su novio celoso.

Kiarostami la filmó en Italia igual que su película anterior, Copia conforme, por la que su protagonista, la francesa Juliette Binoche, ganó en 2010 el premio de interpretación del Festival de Cannes.