El trabajo podrá permitir que lentes y espejos ópticos se vuelvan más eficientes. El paper aparecerá en la próxima edición impresa de la revista científica Physical Review Letters.

El artículo tiene a Raouf Barboza, investigador postdoctoral del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile como autor principal. “Cuando conversé de los resultados con algunos colegas, éstos se mostraron escépticos ya que es algo contra intuitivo. Pero al probarlo en laboratorio pudimos ver que todo calzaba”, explica.

Barboza, originario de Togo, llegó a Chile el año 2014 parainvestigar sobre el fenómeno óptico en cristales líquidos. Su trabajo consistió en analizar cómo se comporta la luz en nuevos sistemas ópticos, para lograr su manipulación, donde trabajó en conjunto con el Doctor Marcel Clerc, quien es académico de DFI FCFM.

Para desarrollar la investigación los científicos experimentaron en cristales líquidos “descubrimos que con el tratamiento adecuado y sometiéndolo a un proceso específico los espejos de cristal líquido sin curvatura y muy delgados, pueden manipular la luz al punto de que podemos seleccionar aquellas frecuencias en las que estemos interesados en ver o proyectar y focalizar-desfocalizar el haz luminoso, algo completamente novedoso”, continúa Barboza.

Para qué sirve todo esto

El hallazgo es capaz de darle un uso más eficiente a los aparatos ópticos de cuarta generación, “esto podría llevar a qué los lentes y espejos de telescopios o incluso de proyectores portátiles gasten menos energía, sean más potentes y más pequeños. Sin ir más lejos, con este tipo de avances se podrán desarrollar anteojos ópticos más estéticos y livianos… sería como un adiós a los lentes ‘potos de botella’”, concluye el investigador.

La parte práctica de la investigación fue realizada en el Instituto Nonliéaire de Nice (INLN), en Niza, Francia, utilizando un “espejo de cristal líquido colestérico” y un interferómetro de Michelson modificado diseñado en la Universidad de Chile.

La investigación tomó dos años y en este momento los investigadores nacionales preparan la prueba de concepto para el desarrollo de un prototipo de dispositivos de cristal líquido.