En las enormes manifestaciones ciudadanas posteriores al 18 de Octubre, aunque viene de muchísimo antes, también se expresa con una potencia singular la movilización feminista por la igualdad de la mujer y contra la violencia de género.

Se trata de una demanda histórica que en Chile ha tomado especial vigor, esa potencia se vincula con que la desigualdad en Chile ataca con más intensidad y agudamente las condiciones de vida de la mujer.

En los hogares subsiste una violencia de género que se expresa en una situación de constante humillación, violencia sexual y menoscabo social de la mujer. En el trabajo se refleja en ingresos discriminatorios y en vejámenes indecibles por la sola condición de ser mujer y en la acción pública en una reducida participación que desconoce y minimiza en forma flagrante la presencia femenina por el solo hecho de serlo. Son siglos de violencia de género.

Por eso, ha cobrado una fuerza incontenible la brega cultural del movimiento feminista, y a través de la actividad del colectivo Lastesis ha logrado un vigor y altura excepcional. Con su canto, danza y coreografía “un violador en mi camino”, ha estremecido las conciencias y dado una dimensión global sin precedentes a la acción feminista.

Su composición denuncia la violencia de género, en el carácter multidimensional de los diferentes ámbitos discriminatorios y/o violentos del Estado, así como también interpela la conciencia y la conducta de cada individuo por separado.

Se trata de una acción que consigue una potencia y una repercusión sin igual. Las voces, gestos y sentimientos amalgamados por ese canto breve, rotundo, inapelable, adquieren una vivacidad y trascendencia formidables.

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En los hogares subsiste una violencia de género que se expresa en una situación de constante humillación, violencia sexual y menoscabo social de la mujer
- Camilo Escalona

Desde la profundidad de su expresión oral y corporal brotan generaciones que fueron humilladas y que hoy reviven para hacer presente el maltrato sufrido tantas veces en la soledad y el silencio, con el trasfondo de madres, abuelas y activando una memoria milenaria, y que ahora se manifiesta en la voluntad irreductible de la mujer del presente de no permitir que se continúe extendiendo esa cadena de abusos, penas, sinsabores y dolores que deben dejar de arrastrarse en el tiempo ahogando a cada mujer, violentándola e imponiéndole circunstancias inaceptables.

En las calles de Chile y de muchas naciones han brotado esas voces que reclaman, denuncian y desnudan las consecuencias de la explotación patriarcal y del machismo. No cabe sino recoger y plasmar esta vocación liberadora en acciones prácticas que hagan germinar en hechos concretos esta presencia feminista que es mucho más que eso, es una exigencia de asumir un cambio urgente, indispensable, esencial.

Camilo Escalona Medina
Ex Presidente del Senado