El desplome en plena cancha del exfutbolista de la UC y la selección chilena, Patricio Toledo, generó una gran preocupación en el Claro Arena durante el amistoso en homenaje a los emblemas del cuadro cruzado Cristian Álvarez, Milovan Mirosevic y José Pedro Fuenzalida.
Afortunadamente, el hombre fue asistido rápidamente en el lugar y trasladado posteriormente a la Clínica Universidad de los Andes. Actualmente, permanece estable y en permanente monitoreo en la Unidad de Cuidados Intensivos del recinto.
El director médico de la Clínica, Francisco Espinoza, detalló que “Patricio ingresó a las 18:07 al servicio de urgencias de la Clínica Universidad de Los Andes, con un paro cardiorrespiratorio recuperado, de una muerte súbita recuperada, producto de un infarto agudo al miocardio”. ¿Qué significa?
Qué es la muerte súbita recuperada
La muerte súbita es el fallecimiento de una persona, aparentemente sana, que ocurre de manera inesperada. El que sea recuperada significa que la situación fue manejada adecuadamente mediante técnicas de reanimación. Es decir, el paciente llegó a estar clínicamente muerto (sin pulso, sin respiración efectiva, sin conciencia), pero fue posible restablecer la circulación y la función vital.
Nicolás Bunster, cardiólogo de la Clínica Universidad de los Andes, explicó en conversación con La Radio, que “el 80% aproximadamente de las muertes súbitas que ocurren son por cardiopatía isquémica, es decir, por un infarto al miocardio”.
Según indicó el profesional, el tiempo de respuesta es clave para asegurar la supervivencia: “por cada minuto que pasa sin asistencia, se pierde un 10% la probabilidad de sobrevivir”. En ese sentido, fue crucial que la atención que recibió Toledo en el momento hubiera sido inmediata.
El especialista recomendó capacitarse en técnicas de reanimación efectiva, ya que contar con esos conocimientos permite actuar con mayor seguridad y decisión en una emergencia. Según explicó, esto cobra relevancia considerando que cerca del 70% de los paros cardiorrespiratorios súbitos que ocurren fuera de hospitales son presenciados, pero apenas un 10% recibe asistencia inmediata.
“Lo que determina la sobrevida va a ser qué tan rápido se monta una asistencia adecuada”, insistió.
La importancia de hacerse exámenes preventivos
Aunque el tiempo de respuesta al infarto es primordial, de todas formas es importante someterse a chequeos de forma regular. “Incluso siendo deportista, o con mayor razón si uno va a someter al cuerpo a un esfuerzo, una alta intensidad puede ser el gatillo de un evento de estas características”, señaló el médico.
Según explicó, cada persona puede hacerse más o menos exámenes dependiendo de sus factores de riesgo. “Si yo tengo un familiar de primer grado, mi padre tuvo un infarto —ejemplificó— probablemente, si yo quiero hacer deporte o quiero llevar una vida relativamente activa, probablemente voy a necesitar un estudio más intensivo que aquella persona que no tiene ningún factor de riesgo, no tiene familiares de primer grado con infarto y que es completamente sana. A lo mejor esa persona basta con un chequeo, con un test de esfuerzo, exámenes de sangre y sería”, indicó.
“Pero hay pacientes que tienen mucha predisposición, donde hay nuevas técnicas que nos permiten ver el estado de las arterias del corazón. Por ejemplo, los escáner de arterias coronarias, que nos han ayudado mucho a aumentar la pesquisa, la sensibilidad de nuestro examen para buscar pacientes con enfermedad coronaria que están en riesgo de infarto. Entonces todo va a depender de los factores de riesgo”.