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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La tumba profanada en el Cementerio General pertenecía a la doctora chilena Ernestina Pérez, segunda mujer médico en Chile y Sudamérica. Los actos vandálicos fueron registrados en redes sociales por los autores, quienes se deslizaban en patinetas sobre las sepulturas y manipularon restos humanos.

La tumba que fue profanada el lunes en el Cementerio General, donde también se realizaron actos vandálicos en el mausoleo de Salvador Allende, pertenecía a la segunda mujer médico en la historia de Chile y Sudamérica: la doctora chilena Ernestina Pérez.

Ayer martes, desde la Municipalidad de Recoleta, fueron detallados los hechos que acontecieron en la necrópolis durante la jornada de destrozos, los cuáles fueron registrados en redes sociales por los propios autores.

En las secuencias, se ve cómo el grupo se desliza en patinetas sobre las sepulturas, así como el ingreso de uno de los sujetos al interior de una tumba para manipular un cráneo.

Tras la divulgación de las imágenes, estas fueron repudiadas transversalmente. “Hemos puesto todos los antecedentes a manos de la PDI, hemos hecho las denuncias que corresponden y esperamos con esto que se aplique todo el rigor de la ley, para que actos como estos e incivilidades que ocurren en nuestro camposanto no vuelvan a ocurrir nunca más”, recalcó el alcalde de Recoleta, Fares Jadue.

Este lunes, a su vez, la Policía de Investigaciones (PDI) reveló que los profanadores arribaron al Cementerio General en el marco de un velatorio que se realizaba en el lugar.

El subcomisario Nicolás Vásquez Ahumada, de la Bicrim Independencia, señaló: “Estas personas concurren acá al cementerio, toda vez que participaban de un velatorio que inició a eso a las dos de la tarde. Participaron así también en una misa y una vez finalizó esta ceremonia, se quedaron al interior del cementerio”.

¿Quién fue Ernestina Pérez?

En la década de 1880, en el marco de la promulgación del fundamental “Decreto Amunátegui” (instancia impulsada por Miguel Luis Amunátegui en 1877 que permitió a las mujeres rendir exámenes para obtener títulos profesionales), Ernestina Pérez hizo historia al convertirse en la segunda mujer en obtener el título de doctora en Chile. La primera, fue Eloísa Díaz Insunza.

Tal como recoge Memoria Chilena, repositorio digital dependiente de la Biblioteca Nacional, Ernestina nació el 8 de agosto de 1868 en Valparaíso, y cursó estudios secundarios en el Liceo Le Brun de Pinochet y luego con profesores en su domicilio.

“En 1883, recibió su título de Bachiller en Humanidades en la Universidad de Chile y rindió el examen del primer año de Medicina. Mientras fue alumna de esta carrera, obtuvo varios premios en los cursos que tomó”, detallan desde el organismo dependiente del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.

Pérez se graduó de Bachiller en Medicina en 1885 y el 10 de enero de 1887 recibió su título de médico-cirujano, “siete días después que Eloísa Díaz (1866-1950)”, puntualiza Memoria Chilena.

Ese año, a su vez, Ernestina también aprobó el examen de Ginecología del profesor Víctor Körner (1856-1946), siendo la única mujer en conseguir el logro.

La tesis que le valió el grado académico se centró en los “elementos de higiene popular”, y ofrecía “una síntesis de las principales nociones de higiene, incluía recomendaciones relativas a la alimentación de los niños desde la lactancia hasta el destete, respecto de los perjuicios del tabaco y del cuidado de las embarazadas y de los enfermos, especialmente los tísicos, y finalmente promovía la vacuna contra la viruela”, detalla la investigación “Al cuidado femenino. Mujeres y profesiones sanitarias, Chile, 1889-1950”, María Soledad Zárate Campos.

Años más tarde, en 1887, una coyuntura sanitaria en su ciudad natal hizo que Pérez volcara todos sus conocimientos médicos en el resguardo de sus compatriotas: ayudó activamente a combatir la epidemia del cólera en Valparaíso, hecho que le valió ser nombrada “Ciudadana ilustre”.

En este año, también, “obtuvo junto a otros dos candidatos una beca para perfeccionarse en el extranjero financiada por el Estado. En Berlín, se encontró con dificultades para realizar sus estudios, pues existía un decreto imperial que prohibía los estudios científicos de las mujeres”.

“A pesar de ello, le permitieron continuar con sus cursos, y se convirtió en la primera mujer americana en estudiar en la Universidad Federico Guillermo, actualmente, Universidad de Berlín. Posteriormente, siguió estudios en París, donde permaneció por más de dos años”, detalla Memoria Chilena.

Tumba profanada en C. General pertenece a Ernestina Pérez, segunda mujer médico de Chile y Sudamérica
Memoria Chilena

Profesionalmente, los intereses de Ernestina Pérez fueron los problemas de la llamada “higiene social”, el combate al alcoholismo, la tuberculosis, el cólera y, sobre todo, la salud femenina. Por lo mismo, ya como doctora, se especializó en ginecología, materia en la que destaca su obra “Lecciones de ginecología”.

El libro reunía “un compendio de diversas obras escritas en francés, alemán, inglés e italiano, que tradujo durante su segundo viaje a Europa, con el fin de elaborar un texto para quienes ‘no están al alcance de los estudiantes de medicina y que el médico práctico no ginecologista tiene poco tiempo para leer minuciosamente’, tal como escribió Ernestina en el Prólogo.

En su segundo viaje a Berlín, a su vez, fue nombrada miembro de la Academia de Medicina de Berlín, un “honor no concedido a ningún sudamericano” en esa época.

Ernestina Pérez también participó en varias asociaciones civiles. “En su juventud, en 1916, fue parte del Círculo de Lectura y del Club de Señoras, instituciones de carácter académico. En 1931, se fundó la Asociación de Mujeres Universitarias de Chile, agrupación de la cual fue directora. También fue miembro activo de la Cruz Roja Chilena y cooperó a la Cruz Roja Juvenil con un Manual de Higiene, de Medicina Preventiva, de Primeros Auxilios y Puericultura”.