El fallecimiento del pintor René Olivares, responsable de la famosa iconografía de Los Jaivas, además de sus carátulas, desencadenó una ola de homenajes y dedicatorias. Y uno de los más emotivos vino, justamente, de parte de un Jaiva: el músico y poeta Eduardo Parra, hoy alejado de la actividad del grupo aunque aún presente en su orgánica.
A través de la revista online de Los Jaivas, Parra publicó una semblanza dedicada a Olivares donde repasa su biografía y su historia ligada al grupo. “René Olivares Espínola nace en Santiago de Chile en 1946. Se cría en cuna de periodistas. Una rica vida social con figuras de relevancia internacional deja impregnadas sus voces en el salón de la casa familiar. Su padre, René Olivares Becerra, dirige la revista Topaze, una publicación humorística de oportuna y perspicaz crítica política”, escribe el músico.
“René fue un niño precoz. A los doce años ya ocupaba mesa de dibujo en las oficinas de la revista Pandilla que dirigía Marcela Paz, la autora de Papelucho. Ese mismo edificio, que en realidad eran las dependencias de la editorial Zig-Zag, albergaba a lo más seleccionado de las comunicaciones gráficas de aquellos años. Más arriba estaban los talleres de Pepo, el creador de Condorito, a quien René visitaba con la admiración infantil que profesa el alumno al maestro. Muchos años después, René bromearía diciendo que su pintura va de Pepo a Matta”, agregó.
Sobre su espíritu aventurero, acota: “Inquieto y deseoso de conocimiento, a los veintitrés años viaja a Roma y reside en esa capital algunos meses, pintando. Posteriormente será Rapa Nui quien atraerá su atención. René vive en esa isla la libertad del gran horizonte del Pacífico dejándose transportar por las leyendas de la Polinesia. Desde sus primeros años, René había comenzado los especiales viajes por los territorios de la imaginación, recorridos que lo hicieron rodearse de un mundo secreto, de universos no vistos”.
En los pasajes dedicados al vínculo del pintor con Los Jaivas, Parra lo resume así: “René Olivares es uno de Los Jaivas. No hay Jaivas sin René Olivares ni René Olivares sin Jaivas”.
“René es el jaiva de rostro incógnito y casi nada conocido por seguidoras y seguidores. Sin embargo su presencia pictórica y estelar persiste en la conciencia de los que gustan de nuestra música. Imbuidos ya por alguna canción, auditoras y auditores, no pueden dejar de recordar los increíbles paisajes con los que el pintor ha querido ejemplificar estas sonoridades”, dijo.
“Con René nos conocimos en 1970 cuando descubríamos una afortunada coincidencia entre nuestra propuesta musical y su obra plástica. El famoso cuadro que sirve de carátula al disco denominado El Indio, causó la admiración de Gato Alquinta quien por esos años escribía Indio Hermano. El hallazgo motivó la inmediata inclusión de esa imagen en la producción de nuestro segundo single. Con estas coincidencias de pensamiento y similitudes sorprendentes en la expresión, trabamos una amistad incondicional y luego decidimos continuar juntos nuestro camino del arte y la existencia”, explicó.
Sobre la obra pictóricas de Olivares, añadió: “En la obra pictórica de René, el paisaje chileno es fundamental, pero no, desde luego, con el sentido de un Juan Francisco González, o un Ramos Catalán, o un Vicente Pérez Rosales. René ve nuestro paisaje nacional como una consecuencia cósmica. Así, la Tierra, y hasta los campos que a ella la bordan, reparten su cosmos, flotan en un espacio desconocido y sin fin. Siempre el paisaje chileno impactó a René motivando su pincel con los colores de nuestra patria larga y desconocida”.