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El pintor René Olivares, reconocido por ser considerado el sexto integrante de Los Jaivas y crear las icónicas carátulas de sus álbumes, falleció a los 78 años en París, Francia. Olivares compartió vivencias con la banda durante su periplo europeo en los setenta y era considerado "un Jaiva más". Su arte ha marcado la historia del grupo, destacando en álbumes como "Alturas de Machu Picchu" y "Aconcagua".
Pesar, luto y consternación en el arte chileno. Tal como confirman fuentes de BioBioChile, el pintor René Olivares, considerado el sexto integrante del grupo Los Jaivas y quien estuvo a cargo de las icónicas carátulas de sus álbumes, falleció esta mañana a los 78 años.
El deceso de Olivares ocurrió en París, Francia, país donde permanecía radicado y donde incluso compartió techo con la banda viñamarina durante su recordado periplo europeo, cuando Los Jaivas vivieron “en comunidad” en la capital francesa a fines de los setenta.
Desde el entorno del grupo, tal como informan fuentes de BioBioChile, la situación es de dolor y recogimiento: Olivares, más que un colaborador, era considerado “un Jaiva más”, y una pieza fundamental en la historia de la banda.
El trabajo de René Olivares puede apreciarse en las ilustraciones de todos los álbumes del conjunto, pasando por “Los Jaivas” (o “El indio”), “Alturas de Machu Picchu”, “Canción del Sur”, “Aconcagua” e “Hijos de la Tierra”, entre otros, y en el arte gráfico que ha acompañado al grupo y sus actividades en sus más de 60 años de historia.
Un ejemplo de la sólida colaboración entre ambos quedó constatado en un mural de diciembre de 2023 que fue inaugurado en la estación del metro Cal y Canto, en Santiago, dedicado a los integrantes de Los Jaivas.
“La inspiración (del mural) viene de muy lejos, en el caso de la pintura. Yo desde niño fui admirador del río Mapocho, me acuerdo de que muy joven leí Siddhartha de Hermann Hesse, que habla justamente de la sabiduría de los ríos”, explicó sobre aquel hito en diálogo con radio ADN.
“Los chilenos tenemos un espíritu apocalíptico positivo… Los temblores, los terremotos, nos han enseñado a respetar la naturaleza y a tenerle un respeto gentil en relación con lo que está pasando en el resto del mundo, que las empresas se están comiendo territorios enteros”, dijo.
En la obra, además de los viñamarinos, sus instrumentos y sus ropas blancas, también se observa el largo cauce de un río en desarrollo y la iconografía habitual de Olivares, marcada por el influjo de motivos latinoamericanistas y otros propios del surrealismo pictórico.
