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El 2024 fue un año redondo para Luis Jara, marcado por su retorno triunfal a la televisión con "Mi nombre es" en TVN y su late show "Al piano con Lucho" en TV+, además de lanzar su álbum más ambicioso hasta la fecha, "Latin Swing", producido por el reconocido Humberto Gatica. El disco reversiona clásicos del cancionero latinoamericano con arreglos orquestales de big band y de cámara, mostrando su versatilidad como crooner.
2024 fue un año redondo para Luis Jara: no sólo concretó en grande su regreso a la TV de la mano de “Mi nombre es” (donde se desempeña como jurado en el programa de imitadores de TVN), y en su propio late show en TV+, “Al piano con Lucho” (donde se le ve cómodo realizando entrevistas en profundidad). Este año, también, publicó el álbum más ambicioso de su carrera, y con resultados elogiables.
Se trata de “Latin Swing”, un disco a cargo del destacado productor chileno Humberto Gatica (8 Grammy, 5 Latin Grammy), donde reversionó clásicos del cancionero latinoamericano bajo arreglos orquestales de big band y de cámara, siempre con el swing y los ritmos envolventes de la música de salón como hilo conductor.
Canciones como “Tu falta de querer” de Mon Laferte, “Invéntame” de Marco Antonio Solis, “Volare” de Domenico Modugno y “A rodar mi vida” de Fito Páez, entre otras, confluyen en este breve y sólido álbum de 7 pistas (casi 30 minutos), donde escuchamos a Jara en el traje que más le acomoda: el de un carismático y camaleónico crooner latinoamericano con cuatro décadas de carrera.
“Musicalmente no cualquier canción se ajusta a una reversión en swing”, cuenta a BioBioChile antes de empezar a entonar, al otro lado de una sesión de Zoom, el clásico de Fito Páez. “A rodaaar, a rodar, a rodaaar, a rodaar mi vidaa… Cuando la canté así, pensé: esta canción queda perfecto con el swing. Se la propuse a Humberto y quedó”, recuerda sobre el cover que Gonzalo Valenzuela, amigo de Páez y compañero de Jara en “Mi nombre es”, quedó en enviar al mismísimo rosarino en busca de su parecer.
Se nota de inmediato: hablar de “Latin Swing” es un ejercicio de alegría para Luis Jara. Un trabajo del que se siente genuinamente orgulloso, y que desde el 2024 encuadra como el inicio de la celebración de sus 40 años de carrera. El primer hito de este camino, confiesa, será su presentación en el Festival del Huaso de Olmué 2025, donde también abordará en vivo las canciones de “Latin Swing”.
“Mon Laferte y Alejandro Lerner fueron los primeros en llamarme por las versiones que hicimos de ‘Tu falta de querer’ y ‘No hace falta’… Lo que me pasó con Mon Laferte fue mágico: Mon quedó increíblemente sorprendida por la versión. Ha sido un disco muy reconocido por mis pares músicos: reconocen el trabajo que hicimos y la excelencia que fuimos a buscar. Hoy los discos son en home-studios (estudios caseros), son más íntimos y baratos también. Hacer un disco así de orgánico es un lujo para los tiempos que corren”.
En noviembre pasado, el chileno fue homenajeado en la primera edición de los Premios Cordillera, donde recibió el galardón a la Trayectoria Musical de manos de sus propios hijos.
(P): Da la sensación que este es un disco para melómanos, para especialistas. ¿Comparte esa visión?
(R): Tiene razón. Lo llevamos también al formato vinilo por lo mismo, porque estos son discos que quedan para la posteridad. No quedan inscritos a la moda; es para aquellos que les gusta la música. El disco en vinilo ya está agotado. Como dices, es un álbum de nicho. Lo que pasa, también, es que es un disco tan caro, tan difícil de hacer, que uno dice cuántos más de estos podré´hacer; hasta cuándo nos alcanzará el esfuerzo económico. Pero más allá de eso, ya lo hice. Ya pasé por el Real Madrid. Ya hice un disco con Humberto Gatica, con una sinfónica y con una Big Band internacional.
(P): La vara quedó alta. ¿Marca esto un estándar para lo que viene, musicalmente?
(R): Hoy día la música no se mide por la grandilocuencia: la gente hoy busca el hit, y yo no estoy buscando un hit. Entonces eso no me preocupa… No es que un disco así de caro, o así de elegante, o así de excepcional, me signifique que tengo que hacer otra cosa más grande aún. Quizás mi próximo disco sea con puro piano, quizás mi próximo disco sea solo feat, no lo sé. El disco Latin Swing me cayó de sorpresa, y también uno tiene que dejarse sorprender.
Luis Jara: “La música, finalmente, ha sido la compañera más fiel en mi vida”
(P): Este año no sólo volviste en grande a la música, sino también a la TV. ¿Fue 2024 el año de Luis Jara?
(R): Fue un gran año. Fue un año al que le pondría ningún otro adjetivo. Más allá de cumplir las expectativas, fue un año que me sorprendió. Si bien es cierto que he podido planificar gran parte de mi carrera este año, también me dejé sorprender. Mi regreso a la televisión no estaba en ningún papel de planificación, ni siquiera en los buenos deseos del Año Nuevo escribí volver a la tele. Pero son cosas que se pusieron en el camino, son espacios, que yo creo que me han permitido volver de la forma en que la gente me quiere ver, más allá de la contingencia.
(P): Se le ve cómodo en la música…
(R): La música, finalmente, ha sido la compañera más fiel en mi vida, nunca me he abandonado. Siempre me ha sacado de distintos estados. Siempre estoy inspirándome. Lo he dicho en otras oportunidades: me podría haber estacionado en la televisión, en la comodidad, entre comillas, de un sueldo estable, de una vitrina permanentemente vigente, o también estacionarme en los clásicos que ya se instalaron, como Ámame, Un Golpe de Suerte o Mañana, y que me podrían hacer rodar hasta que me muera como un cantante clásico. Pero creo que es tal la alianza y el vínculo que tengo con la música, desde que nací, que hemos sido muy leales ambos.
Yo tengo una discografía muy abundante, o sea, tengo 20 discos. He grabado casi 600 canciones en un país que no se caracteriza por tener una industria musical. Y hoy en día miro la discografía y digo, oye, me he paseado por la balada, por lo urbano, por el bolero, por el swing, por el folklor, por los de villancicos. Tengo una discografía que la he hecho mano a mano, pulso a pulso, y me siento muy orgulloso.
(P): En ‘Al Piano con Lucho’, lo hemos visto de regreso a una faceta de entrevistador en profundidad. Da la sensación que algo ocurre en el estudio con aquel piano, que hace que sus entrevistados se liberen de los resquemores habituales de las entrevistas. ¿Por qué crees que ocurre este efecto?
(R): Mira, voy a ser bien honesto. Hay días en que me han tocado hacer cinco entrevistas, y no te explico lo agotador que es emocionalmente, pero tal como dices, el piano es irresistible. Algunos que son piscoleros dicen que con la piscola se relajan y encuentran como un estado de sosiego. Yo no tomo destilados, pero he escuchado a muchos amigos decir eso… Es como irrenunciable repasar tu vida con la música. Es un formato infinito. Si siento allí a alguien que no es visiblemente conocido, y lo siento en un piano, capaz que a la hora me cuente lo incontable. Yo he pensado, incluso, que podría recorrer países haciendo este programa. Entrevistando personas sentadas en un piano con una copa de vino, cantando y hablando de la vida. Es un ejercicio que hace falta hoy en día, en la dinámica de comunicarse: conversar y escuchar, y que la música gatille eso.
(P): ¿Te seguiremos viendo en ‘Al Piano con Lucho’?
(R): Sí. ‘Al Piano con Lucho’ es mío y lo puedo hacer en la Plaza de Armas si quisiera, o en mi canal de Youtube, donde tengo 125.000 fieles seguidores. Es un lugar donde yo me quiero quedar.