En diálogo con el podcast “Awards Chatter” de The Hollywood Reporter, el irlandés repasó los orígenes del grupo y en qué se inspiraron para bautizarlo.

Sorpresa han causado las recientes declaraciones de Bono, el líder de U2, quien aseguró que no sólo no le gusta el nombre de su banda, sino que tampoco se sentía cómodo con su propia voz en los orígenes de la agrupación.

“Todavía no (me entusiasmo con el nombre). Realmente no lo hago. Llegué tarde a algún tipo de dislexia. Tampoco me di cuenta de que The Beatles era un mal juego de palabras”, dijo al podcast “Awards Chatter” de The Hollywood Reporter.

“En nuestra cabeza, era como el avión espía, era un submarino, era futurista. Pero luego, como resultó implicar este tipo de consentimiento, no, ya no me gustaba ese nombre… Todavía no me gusta mucho el nombre”, reconoció.

A su vez, confirmó que fue el primer manager del colectivo, Paul McGuinness, quien recomendó que U2 podía encajar bien en el merchandising que se vendía.

Bono y su voz

En la cita, el vocalista compartió micrófonos con The Edge, guitarrista de U2. Allí, el frontman también compartió sus quejas sobre su propia voz, la que definió como “muy tensa” y “no masculina”.

“Estaba en un automóvil cuando una de nuestras canciones sonó en la radio y tenía el color de escarlata. Estoy tan avergonzado. Creo que U2 se empuja por el bote de la vergüenza”, dijo sobre la época del disco “Boy”.

Sobre esto último, recordó el comentario que hizo el cantante Robert Palmer al bajista del grupo, Adam Clayton, en la década del ochenta.

“Dios, ¿alguna vez le dirías a tu cantante que simplemente baje un poco las teclas? Se haría un favor a sí mismo, le haría un favor a su voz y a todos quienes tenemos que escucharlo. Nos haría un favor”, recordó.