Pues si puedo hacerte daño / solo falta que yo quiera lastimarte y humillarte (…) Por eso ahora tendré que obsequiarte un par de balazos pa’ que te duela / Y aunque estoy triste / por ya no tenerte / voy a estar contigo / en tu funeral“.

La anterior es una de las estrofas de La Ingrata, la canción del disco “Re” que en 1994 ayudó a la fama continental de Café Tacuba, en ese entonces un grupo mexicano con una interesante propuesta: la mezcla de rock/pop con folclor azteca.

Hace algunas semanas, en Costa Rica, en el contexto de las Fiestas de Palmares, La Ingrata era una de las canciones esperadas por el público, pero el tema nunca sonó a pesar de la insistencia de los asistentes.

En una entrevista fechada en noviembre pasado por el diario La Nación de Argentina, el tecladista de la banda despeja algunas dudas sobre esta ausencia. Meme del Real: “La canción que se basa en el sentido del humor. La inspiración tiene que ver con los corridos norteños, cuyas letras muchas veces narran historias que no tienen sentido del humor. Si genera una lectura incorrecta es algo que está más allá de la intención que tenía en su momento“.

Así, la visibilización de los femicidios en Latinoamérica terminó concientizando a la banda mexicana, que se replanteó si es correcto o no seguir tocando La Ingrata en vivo. La respuesta fue negativa: desde entonces, la canción no ha aparecido en los conciertos del grupo, dato que se corrobora en el registro del sitio web Setlist.fm.

Rubén Albarrán, vocalista del grupo, fue más allá en la misma entrevista: “Éramos bien jóvenes cuando se compuso y no estábamos sensibilizados con esa problemática como ahora todos sí lo estamos. Creo que es un momento de repensar si la vamos a seguir tocando o si le cambiamos la letra. Porque ahora sí estamos sensibilizados, sí sabemos del problema. Y yo, personalmente, no estoy interesado en apoyar eso”.

Mucha gente puede decir que es sólo una canción. Pero las canciones son la cultura, y esa cultura es la que hace que ciertas personas se sientan con el poder de agredir, de hacer daño, de lo que sea. Personalmente, desde hace mucho, dije “pistola” no me gusta, y con mi cuerpo hago la broma y esos balazos son de otro tipo”, agregó el azteca Albarrán.