Don Guillermo de José Victorino Lastarria: Un clásico de la literatura chilena que sigue vigente

Pensar en clásicos de la literatura, a veces, puede significar un peso, como una obligación, algo aburrido. Por el lenguaje anticuado, por la lentitud de la acción, por temas obsoletos. Todo lo anterior puede ser cierto en algunos casos, pero en muchos otros no es así. Y Don Guillermo, de José Victorino Lastarria, es de estos últimos, manteniendo una vigencia que sorprende y maravilla. Como recorrer una casa del s XIX y encontrarla en perfectas condiciones.

La novela de José Victorino Lastarria (1818-1888) es un texto político, una metáfora de un país que se estaba -y todo indica que sigue en ese mismo afán- construyendo, adquiriendo independencia política, económica y cultural, identitaria. Un Chile que buscaba sentirse, creerse, un país, y no un club constituido por algunas buenas familias.

“Este mundo es una gran colmena de abejas que melifican para otros; pero para muchos es también un ancho redil de carneros que llevan el vellón para sus amos, y no hay pocos para quienes es un espacioso establo de bueyes que se pintan solo para arrastrar el arado en beneficio ajeno. Lo que Marón decía que les pasaba a todos los animales, nos sucede literalmente a los cristianos.” (p 44)

Don Guillermo retrata un largo periodo de nuestra historia donde gobernaron los conservadores, con serias restricciones a las libertades, fuerte influencia de la iglesia y poco interés en el desarrollo político, formativo y cultural.

“Milagrosamente tenemos ardientes servidores en el país, cuyas entrañas habitamos, y no hay peligro de que los locos de la libertad logren desencadenarla del poder de la Mentira, de la Ignorancia, del Fanatismo y de la Ambición, que son los cuatro poderosos monstruos q1ue la guardan, devorando a cuantos tienen la locura de encarárseles y de combatir con ellos.” (p 63)

El protagonista es un inglés, que mira desde sus valores y con distancia, pero al mismo tiempo con valor y rectitud, la realidad del país. Él encarna los valores de la Ilustración, “libertad, patriotismo y democracia”.

Por supuesto, Don Guillermo es un personaje idealizado, una mezcla de noble (aunque no lo sea) y de demócrata, una persona interesada en los derechos del pueblo uy en la necesidad de cultivarlo. O, al menos, de eliminar los elementos y circunstancias que lo corrompen.

José Victorino Lastarria entrega, a través de Don Guillermo, una mirada aguda. Un relato metafórico cargado de ironías, críticas ácidas y lúcidas que llegan a lo más hondo de nuestras identidades. Tanto que el libro bien podría calzare con los tiempos actuales, con nuestras identidades y pugnas de hoy. Quizás con la diferencia de que, en vez de haber dos bloques, hoy las pugnas son también internas, al interior de los conglomerados y de algunos partidos políticos.

José Victorino Lastarria incluye cuotas de humor que, tanto en su época como hoy, pero por razones diversas, pueden escandalizar:

“Mister Livingstone estaba realmente abatido. Amaba de buena fe, aunque no había querido casarse de buenas a primeras. Al fin era comerciante y sabía que no se debía comprar sin muestras, sino cuando la especie es muy barata y no cuesta tanto como la libertad de un soltero.” (p 54)

Don Guillermo, de José Victorino Lastarria, es un libro que nos invita a mirar nuestro país e historia desde una mayor perspectiva. Con más distancia y, al mismo tiempo, precisión, permitiendo distinguir elementos que son mucho más constitutivos y menos circunstanciales de lo que podríamos pensar o esperar.

Don Guillermo es un libro vigente, que mantiene actualidad, tanto en su mirada general como en determinadas descripciones y detalles. Un ejemplo:

“No hay leyes buenas, se decía, si son malos los hombres encargados de aplicarlas: corromped el corazón de los hombres y no tendréis que temer de las reformas.” (p 79)

Un muy buen libro, vigente, provocador.

Don Guillermo

José Victorino Lastarria
Vísceras Editorial
2022