Este domingo el Museo abre sus puertas con entrada liberada para conmemorar “Santiago antes de Santiago”, con una vasta diversidad de relatos y culturas que antecedieron y dieron forma a lo que hoy conocemos como el centro histórico de Santiago.

Una hibridación de estilos, lenguas y culturas trae ‘Santiago antes de Santiago’, iniciativa del Museo Precolombino que rememora este domingo 12 de febrero el día en que Pedro de Valdivia escoge asentarse en el valle del río Mapocho en 1541.

Durante este domingo 12 de febrero podrás recorrer las salas en donde hay piezas como esta vasija Inka-Diaguita-Aconcagua, la cual transmite que habitamos un lugar que desde siempre ha sido cosmopolita y diverso, donde se hablaban distintas lenguas y había constantes intercambios.

vasija
‘Santiago antes de Santiago’ | Cedida

El público podrá disfrutar de las salas de exposición, del Café Precolombino y su carta veraniega, de las tiendas Artesanías de Chile y del Museo, las que, por cierto, ofrecerá un imperdible 40% de descuento en todos sus libros.

Una excavación en el Museo que relevó la vida de la Colonia y la ocupación inkaica

La capas de historia sobre cómo se habitó Santiago antes de la Colonia ha reaparecido en diversas ocasiones en la trayectoria del edificio del Museo Chileno de Arte Precolombino. Un momento emblemático fue durante la creación de la Sala Chile antes de Chile en el subsuelo del edificio, hace una década atrás, en donde las excavaciones ejecutadas en los patios dieron con hallazgos de material arqueológico.

Restos de cerámica inkaica, algunas con influencia diaguita y también española, metales, vidrios y huesos de animales domésticos encontrados han permitido reconstruir el pasado del casco histórico de Santiago. Estos vestigios, encontrados por el arqueólogo Luis Cornejo, son clara evidencia de que inkas y españoles ocuparon –en tiempos diferentes– el terreno que hoy alberga el edificio del Museo. El investigador agrega que los vestigios hacen suponer que en este lugar funcionó un centro ceremonial inkaico, que luego fue ocupado por los conquistadores.

Un tambo del imperio Inka

Refuerza esta hipótesis el acta del Cabildo Abierto del 10 de junio de 1541, donde se expresa textualmente que se juntaba “todo el pueblo en un tambo grande, que está junto a la plaza de esta ciudad”. Otros testimonios de la época potencian la teoría de una importante ocupación inkaica en este sector. Los cronistas cuentan que el cacique Loncomilla le aconsejó a Pedro de Valdivia fundar Santiago en el lugar donde habían existido asentamientos de la cultura inka.

¿Es posible que los primeros conquistadores se hubiesen instalado en un tambo del imperio Inka y que este ocupara el mismo lugar que el actual Museo Precolombino? Los arqueólogos requerirán de más investigaciones para poder determinarlo. Por el momento, todos los vestigios encontrados en el rescate arqueológico han sido meticulosamente clasificados y servirán para documentar con rigor científico el modo de vida de indígenas y españoles de la época.

Vitrina dinámica: Indumentaria con biomateriales

Ya puedes visitar también la obra presentada poro Colectivo Ronda en la Vitrina Dinámica de la exposición “Quiebres y Reparaciones”. Bajo la temática de Reparaciones de un posible futuro, el colectivo presenta en el Museo una fascinante pieza de indumentaria textil y herramientas confeccionadas con biomateriales, como esta polera reconstituida y poblada por hongos, para relevar una reflexión distópica en torno a la crisis ambiental y los rastros humanos que dejamos en la Tierra.

La pieza forma parte de la Colección Colectivo Ronda y estará vigente durante todo el mes de febrero, hasta el 3 de marzo. Prontamente se anunciarán las actividades de mediación en torno a la obra y sus creadores.