A partir del martes 8 de septiembre, la Comisión de Educación de la Red de Danza Biobío tendrá disponible en sus plataformas el “Perfil de artistas educadores en danza de la Región del Bío-Bío”, catastro en formato de Encuesta, que busca conocer las características del territorio local posibilitando de esta manera el levantamiento de demandas pertinentes a las necesidades de la región, en torno al área de la educación en danza.

“Hablar sobre danza en la educación, o educación artística resulta desconocida para gran parte de la población de nuestro país, y es que la urgencia de modificar el actual sistema educativo no tiene retorno, y aun cuando el arte continúa subestimándose, es con completa seguridad, fundamental para el desarrollo humano”, señalan en una misiva la comisión de educación.

En el caso particular de la danza, los logros de su inserción en la escuela, se encuentran en gran medida por el trabajo gremial impulsado desde los años 90´por el SINATTAD. Años de lucha, que se materializan en hitos como, el más reciente, el acuerdo N°56 tomado el 15 de mayo de 2019 por el Consejo Nacional de Educación, momento en el que se incorpora a teatro y danza como asignaturas curriculares opcionales para 3° y 4° medio.

“El acuerdo es importante para nuestra historia, pero insuficiente si se considera que siguen siendo disciplinas opcionales (junto a música y artes) y solo se contemplan dos años de un proceso de escolarización que abarca doce años (o más), y que quiénes deciden finalmente su implementación, son los directivos de los liceos, presionados y presionadas por las lógicas neoliberales en donde la captación de matrículas termina recayendo en los mismos establecimientos, y el énfasis sigue estando en las Pruebas de medición como Simce e ingreso a la Educación Superior científico humanista, PTU actualmente”, agrega la organización.

Pero ¿quiénes impartirán la asignatura de danza en Liceos? Si las Pedagogías en Danza existentes en Chile desde los años 70’, aún no son reconocidas como tales por el Ministerio de Educación ni por el CPEIP (Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas del Ministerio de Educación, organismo encargado de implementar el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, el cual define las bases de una política pública que potencia, orienta y regula el desarrollo de docentes y educadores). Lo anterior es una barrera para que pedagogos y pedagogas en danza puedan hacerse cargo de los cursos de danza que abre el Acuerdo 56.

Por otra parte la realidad regional devela una baja profesionalización entre quienes imparten clases de danza, situación que se replica no tan solo en la región del Biobío, sino que en todas las demás, exceptuando a la Región Metropolitana. La mayoría cuenta con estudios no reconocidos el MINEDUC, este hecho, dado que nunca ha existido la Carrera profesional de danza en la región, deja en una posición aún más desmedrada a la danza y la posibilidad de concreción del punto del acuerdo 56, anteriormente descrito.

“Exigir danza en la educación, demandarla como un derecho para niñas, niños y jóvenes resulta indispensable al comprender que la condición humana es corporal, afectiva y espiritual. El aprendizaje a través de las artes corporales brindan conocimientos llenos de experiencia, promoviendo la plasticidad cerebral que permite cuestionar estructuras y despertar a un mundo sensible y diverso, para observarlo desde perspectivas críticas, propositivas y dando la posibilidad de ser a cada persona, creadores capaces de construir entornos para el buen vivir”, concluye la comisión en la declaración.

El link de acceso al catastro “Perfil de artistas educadores en danza de la Región del Bío-Bío” se encontrará disponible en las redes sociales de Red Danza Biobío, además de cápsulas informativas sobre la campaña “Exigimos danza en la educación”.