En el marco de la gala de entrega de los Premios Fénix 2018, una de las citas más importantes del cine iberoamericano, la rapera Anita Tijoux protagonizó uno de los momentos más simbólicos en torno a, quizás, la discusión del año en Latinoamérica: la despenalización el aborto.
Ocurrió cuando por los parlantes del teatro Esperanza Iris de Ciudad de México se escuchó Antipatriarca, uno de los singles de la chilena, donde hace referencia a la opresión que reciben a diario las mujeres. En la interpretación, la compositora se hizo acompañar de la artista mexicana Jessy Bulbo.
En la performance, Tijoux dejó en claro su postura ante el debate ético del aborto: “Pero no voy a ser la que obedece, porque mi cuerpo me pertenece”, afirmó en su fraseo, mientras la multitud la escuchaba atenta desde sus sillas.
Una vez finalizada la canción, Tijoux y Bulbo recibieron sobre el escenario los emblemáticos pañuelos verdes, símbolo de las multitudinarias manifestaciones a favor de la despenalización del aborto que se vieron este año en el continente.
Sin embargo, la sorpresa vino después. Porque cuando ambas levantaron sus pañuelos, el público hizo lo propio con los suyos, generando así una de las postales más comentadas de la jornada.
