OKA. La nostalgia, la buena música que es parte de ello, es completamente legítima y suponemos que el director Danny Boyle y sus “chicos”, Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller, Ewen Bremner, la sintieron igual que sus fans y se lanzaron con Trainspotting 2.

La primera es un ícono de los 90 y creo que todavía recordamos escenas tremendas, algunas de las cuales aparecen en esta secuela en breves flashbacks.

La idea no era nada mala: preguntarse qué pasó, 20 años después, con esta pandilla de jonkies.
Respuesta: la vida ha sido injusta y desigual (¡como siempre!). Mientras Frank “Begbie” (Carlyle) se lo ha vivido en prisión, Renton (McGregor) ha tenido un cómodo pasar en Amsterdam. Simon (Miller) “administra” un bar de mala muerte en un barrio asqueroso, con una “novia” búlgara, Veronika; y Spud (Bremner) mal vive consiguiendo droga como sea…

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