Últimamente con la revolución móvil, las empresas de tecnología intentan ofrecer y conquistar al mercado con lo último en avances. Recientemente, teléfonos celulares de 64 bits y más de 1GB de RAM comienzan penetrar más en las tiendas retail y –obviamente- en los usuarios.
Ahora, cuando las grandes tiendas promocionan sus últimos Smartphones lo que más resaltan son: la pantalla, cámara y procesador. En este último atributo nos detendremos y los examinaremos con un poco más de detalle.
¿Qué es un procesador?
En palabras simples, un procesador es el hardware que se encarga del manejo del sistema operativo, interpretar instrucciones de un programa mediante las operaciones aritméticas básicas, como suma, resta, multiplicación y división, junto con las de lógica booleana y otras cosas más.
Éstos funcionan de manera muy simple, primero se lee la instrucción a ejecutar, luego se buscan los datos necesarios para llevar a cabo aquella instrucción y finalmente se realiza la operación. Tras esto se pasa a la siguiente instrucción y se repite el proceso nuevamente. Entre más Ghz tenga el procesador, más rápido ha de ser, ya que puede ejecutar más instrucciones en menos tiempo pero, igual influyen otras cosas, como por ejemplo: la cantidad de núcleos.
¿Qué es un núcleo?
El núcleo es la parte del procesador que maneja las instrucciones, si tenemos un núcleo podemos ejecutar sólo una instrucción a la vez. Con más de uno, podremos ejecutar más. Entonces ¿un procesador de dos núcleos es más rápido que un procesador con uno?
“Sí, pero no necesariamente”, en algunos casos los programas deben ser ejecutados de manera secuencial para poder terminar y no saltarse ningún paso y en otros casos no.
Consideremos el siguiente ejemplo:
Tenemos la siguiente sumatoria: 4+5+6+7+2+4+7
Como la suma es asociativa, podríamos decirle a un núcleo que sume 4+5+6 y al segundo núcleo que sume 7+2+4+7 y finalmente suman sus resultados respectivos, de esta manera podemos ahorrar tiempo, ya que repartimos la suma.
Pero en el caso que tengamos esto (4+5+5+4+3+5+6+89)/8
No sacamos provecho al decirle a un núcleo que se encargue de sumar y al otro núcleo que se encargue de dividir el total, ya que igual necesitamos el resultado de la sumatoria del primer núcleo para ejecutar el segundo, haciendo que no valga la pena repartir la tarea de esa manera.
Es por esto que todo depende de cómo esté programado –valga la redundancia- el programa para sacar provecho de los núcleos.
Se entendió, ¿no?
Los programas de renderizado, análisis de archivos (antivirus), videojuegos entre otros, sacan mucho provecho de los núcleos, ya que pueden distribuir todas sus instrucciones en los distintos hilos del sistema, haciendo que la cola de tareas se desocupe más rápido.
Luego de toda esta lata:
¿Es mejor un teléfono Octa-Core que un Quad-Core?
La gente tiende a pensar que un octa-core es el doble de rápido que un quad-core, pero esto –desafortunadamente- no es así.
El quad-core contiene un procesador de 4 núcleos, mientras que octa-core contiene dos procesadores de 4 núcleos también. Sin embargo, en el caso del octa-core, sólo un procesador está encendido todo el tiempo, el segundo procesador se encenderá en caso de exigirle mucho más al teléfono, como al ejecutar algún juego “pesado” o renderizado de imagen/video, etc.
Esto significa que mientras estemos navegando con nuestro smartphone, ocupando Whatsapp o Facebook o sacándole fotos al Sushi, prácticamente no notaremos la diferencia, es más, si es que el quad-core tiene una frecuencia de Ghz mayor a los procesadores del octa, inclusive podríamos notarlo más fluido. Además, no le conviene al teléfono de 8 núcleos tener encendido todo el tiempo los dos procesadores, puesto que el gasto energético sería mucho y la batería duraría la nada misma.
Así que, para los que se andan quebrando con su celular octa-core y sólo lo ocupan para llamar, Facebook, sacarle fotos al sushi y Msqrd…
