Un intenso debate se desarrolló en el Concejo comunal de Villa Alemana, donde finalmente rechazaron los cerca de $580 millones que solicitaba el alcalde para implementar algunas cosas “novedosas” en el nuevo edificio consistorial. Los concejales dijeron que la comuna no está para lujos, y acusaron a la autoridad comunal de temer a la próxima elección municipal.

Dentro de los polémicos ítems, se encontraban la colocación de un espejo de agua (una especie de pileta iluminada) que costaba $53 millones, la instalación de un mural vegetal por un costo de $58 millones, una suerte de plaza en el tercer piso del edificio por un costo de $48 millones y un presupuesto para imprevistos cercano a los $155 millones.

El alcalde José Sabat, explicó que ésta es una muy mala decisión por parte del concejo, agregando que los dineros existen para poder solventar todos los gastos necesarios del municipio. La autoridad acusó que este rechazo obedece al momento político que enfrenta el municipio de cara a la próxima elección municipal.

El concejal del Partido Comunista, Raúl Alvear, explicó que casi las dos terceras partes del presupuesto eran para lujos, señalando que Villa Alemana no está para esos gastos.

Alvear agregó que la extraña presencia de funcionarios municipales en el concejo demuestra el miedo del alcalde por el escenario político en el que está.

La concejala RN, Divka Rojic, indicó que se le habría solicitado al jefe comunal que desglosara los puntos de la discusión para explicar mejor el uso de los dineros, acusándolo de no querer hacer eso y responsabilizándolo por la desaprobación del dinero.

Además, Rojic sostuvo que estas discusiones políticas le encantan.

Finalmente, la construcción del polémico edificio que albergara los servicios del municipio de la ciudad de los molinos seguirá su curso como hasta ahora, aunque sin poder contar en el futuro con los elementos propuestos por la primera autoridad, los cuales fueron catalogados por el como “orgullo para la ciudad” y no lujos.