“El concierto de Marilyn Manson en Novosibirsk no tendrá lugar”. Así informaron los organizadores del evento que se realizaría el 29 de junio, en la tercera ciudad más poblada de Rusia. La razón de tal decisión, según explicaron, fue que un sector conservador de dicho país consideraba el espectáculo como un insulto a los creyentes ortodoxos y una promoción del sadomasoquismo.
“Autoridades de todos los niveles nos denegaron el permiso para celebrar el concierto el 29 de junio”, dijo el jueves por la tarde la compañía Sibirskie Gastroli en un comunicado en la red social rusa VKontakte, sin emabargo, aseguraron haber luchado “hasta el final”, sin lograr resultados. Indicaron también que se devolverá el dinero de las entradas.
Los cientos de activistas religiosos que protestaron contra el concierto, celebraron la cancelación del espectáculo y destacaron los esfuerzos del presidente ruso, Vladimir Putin, para proteger la moral.
“Las actuaciones de Manson parecen un parque de atracciones con una inclinación sadomasoquista”, dijo el activista Yuri Zadoya, uno de los protestantes a la radio Eco de Moscú.