La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) aprobó la noche del martes un proyecto de campeonato con 30 equipos que comenzará en febrero de 2015 y se desarrollará a lo largo de todo el año, donde jugarán todos contra todos durante 29 fechas y habrá una jornada más de repetición de clásicos.

La iniciativa del titular de la AFA, Julio Grondona, establece que a los 20 equipos que quedarán tras ascensos y descensos del torneo Final, se le sumarán 10 del Nacional B (segunda división) surgidos de un certamen que se jugará en el segundo semestre de este año.

¿Cómo se explica este profundo y cuestionado cambio? En Primera A se disputará el segundo semestre de 2014 un torneo de “Transición”, con los 17 equipos que mantendrán la categoría y los tres que asciendan al final de la temporada que finaliza en unas semanas.

A la par de ese “Transición” en la categoría principal, se disputará un campeonato de 22 equipos entre los quince que quedarán en la Primera B Nacional, los tres descendidos de la Primera A, los dos ascendidos desde la Primera B Metropolitana y dos más provenientes de el torneo Argentino A, torneo de la tercera categoría donde participan los equipos que no pertenecen a la Provincia de Buenos Aires.

De esta compleja competencia saldrán los diez equipos que ascenderán a Primera A y disputarán el “mega-torneo” de 30 elencos a partir de 2015, el que tendrá dos descensos por promedios al final de cada temporada.

“Se aprobó el campeonato; después se analizarán los pormenores y detalles que haya que analizar”, dijo el presidente de Belgrano, Armando Pérez, a la radio argentina La Red al término de una reunión del Comité Ejecutivo de la AFA.

De esta forma, la AFA volverá a los campeonatos largos que no se jugaban desde 1985 y que se desarrollarán desde febrero hasta diciembre del año próximo, ya que actualmente se juegan dos torneos por año.

La aprobación del formato ha generado numerosas críticas en la prensa y los hinchas trasandinos, principalmente por su complejidad.

Además le atribuyen a Grondona la intención de evitar posibles descensos de equipos “grandes” que podían correr riesgo a partir de la próxima temporada si se mantenía el actual sistema, junto con promover un ascenso rápido de Independiente de Avellaneda, club del que el directivo es hincha y que se encuentra complicado en su lucha por subir esta temporada desde la segunda división.