Tener una cuenta en redes sociales no sirve de mucho si no hay nadie que te escuche y, por otra parte, tampoco es útil que mucha gente siga tu perfil si no tienes nada que decirles.

Bajo esta premisa, una serie de expertos que trabajan en el estudio de las redes sociales e la comunicación por internet, entrega consejos prácticos para formarte una identidad dentro de Twitter, el popular sitio de microblogging que atrae a millones de usuarios a diario.

Al respecto, entregan claves no sólo para ganar más seguidores, sino para ayudarte a interactuar con ellos:

1- Pon una foto de perfil y biografía que reflejen tu personalidad e intereses: Nick Taylor, profesional de la empresa PeerIndex que se dedica al análisis de redes sociales, indica que lo primero que se debe hacer antes de empezar a publicar es pensar en la foto y la biografía que se pondrán en el perfil.

Taylor recomienda elegir “algo personal que diga algo acerca de ti en particular (…) Recuerda que la foto de perfil de Twitter es muy pequeña, por lo que una imagen de la cara va a ser más fácil de ver que una de cuerpo entero”.

Asimismo, agrega que “en tu biografía trata de decirle a la gente el tipo de cosas sobre las que tuiteas, así pueden decidir fácilmente si te siguen o no, en función de sus intereses en común”.

2- La combinación perfecta de información, análisis y humor: David Schneider, actor y comediante que fundó su propia consultora “That Lot”, se dedica a asesorar empresas para que aumenten se presencia en la red de microblogging.

Al respecto, asegura que “los tuits perfectos tendrán por lo menos uno de las siguientes ingredientes: información, análisis y humor. Si tiene los tres, entonces va a ser muy compartible. La información es lo que la gente quiere saber. El análisis es ‘mostrar lo que hay entre bambalinas’, y el humor es el humor”.

Para lograr esto, Schneider dice que la publicación debe ser corta, incluso menor a los 140 caracteres; debes tener cuidado con poner “@” a las publicaciones, porque entonces sólo lo verá la persona etiquetada y los seguidores de ambos; y tampoco debes abusar de los hashtags.

De esto último, destaca que los ‘#’ “son útiles cuando se usan correctamente, pero son #inútiles y #molestos cuando se #abusadeellos”.

3- No seguir a todo el mundo: Nick Taylor añade que no recomienda seguir a tantas personas sólo porque ellos también siguieron tu cuenta.

“El seguimiento recíproco puede llegar a ser un juego en Twitter, pero no está diseñado para eso”, recalca, en entrevista con BBC.

Así, sostiene que sería mejor que sólo sigas a alguien si realmente te interesa leer lo que publica. “Algunos usuarios dejan de seguirte si no los sigues, pero ¿son éstos realmente los seguidores que uno desea?“, expresa.

4- Buenos modales: otro punto clave es tener buenos modales y ser cortés, además de no mostrarse egocéntrico, señala el especialista de PeerIndex.

“Si estás hablando de alguien, especialmente cuando tienes algo malo que decir, debes mencionar su nombre con ‘@’. Es de mala educación hablar por la espalda (…) Por otra parte, si quieres mencionar a alguien y que todos lo vean, hay que poner un punto antes del nombre, por ejemplo: .@Persona es genial”, expresa.

5- Tener muchos seguidores no es sinónimo de influencia: aunque tu cuenta posea muchos seguidores, esto no es un signo de que efectivamente tengas algún grado de influencia en la red social.

De acuerdo a la profesora Meeyoung Cha, del Instituto Superior de Ciencia de Corea del Sur, “la cantidad de seguidores no es sinónimo de influencia. De hecho, es un mal indicador. Llegamos a esa conclusión después de ver que los que tienen el mayor número de seguidores, no tienen tanta interacción con el público, como retuits o menciones”.

La experta dice que para ganar influencia, se necesita realizar acciones como retuitear mensajes, participar en conversaciones y, en definitiva, hablar con los otros tuiteros.

Un consejo que entrega la académica es centrarse en discutir sobre un tema en específico y dedicarse a tuitear sobre ello, ya que “la influencia no se obtiene de forma espontánea o accidentalmente, sino a través de un esfuerzo premeditado”.