Soldados de una columna militar ucraniana en el este del país se rindieron este miércoles ante un grupo de activistas prorrusos que habían rodeado sus vehículos, constató un reportero de la AFP.

Los soldados en la ciudad de Kramatorsk entregaron los mecanismos de disparo de sus armas a un líder de las milicias a cambio de la promesa de que podrían abandonar sus vehículos sin ser atacados.

Un hombre uniformado pero sin distintivos, que se presentó como representante de los grupos prorrusos, recogió esos mecanismos percutores.

El pacto era que los militares ucranianos, pertenecientes a la 25ª Brigada paracaidista, dieran media vuelta para abandonar la zona.

La columna contaba con 15 blindados ligeros, y fue interceptada por los militantes cuando atravesaba Kramatorsk en dirección a Slaviansk, ciudad emblemática del Este rusohablante, controlada desde el sábado por los insurgentes armados.

Otros seis blindados de la columna habían sido anteriormente capturados y se unieron, bajo pabellón ruso, a la defensa de Slaviansk.

Las armas “ya están bajo control, nunca más serán utilizadas contra el pueblo” declaró el hombre uniformado que representaba a los insurgentes prorrusos.

Encima de sus blindados, algunos soldados ucranianos lloraban, otros ocultaban sus rostros con sus gorras, mientras la multitud gritaba “¡Bravo chicos!”.